martes, 18 de enero de 2011

Crímenes y Misterios

Puede parecer, leyendo mis gustos literarios, hasta el momento, que soy una persona romántica y bobalicona, empeñada en vivir en un mundo perfecto, y que añora la calidez del pasado y todas esas cosas.
Lo cierto es que disfruto tanto con una novela de Jane Austen como con una novela de crímenes y misterios. Sé que parece paradójico, pero es la realidad. Incluso hubo épocas en mi vida, que los libros denominados “románticos” me dieron un poco de “grima”. Pero eso ya pasó y lo que me apasiona de verdad es una buena historia, unos personajes que me dejen huella y unas protagonistas que sean especiales.

Y si hasta ahora , he hablado de protagonistas femeninas luchadoras y poco valoradas como son Scarlett O´hara, o Jo March, hoy, quiero revelaros el lado oscuro de mi mentalidad, o sea, todo lo contrario, pero con protagonistas femeninas, por que de eso se trata, de que las mujeres no somos esos floreros que nos quisieron hacer creer durante años, ni tampoco unas máquinas procreadoras, si no que, las mujeres somos el pulso vital de este maltrecho mundo, y por algo en la antigüedad se veneró a La Diosa Madre, hasta que un dios ( masculino) vino a quitarle el puesto. (Pero esa es otra historia).
Yo he tenido una teoría retorcida toda mi vida, si algo le entusiasma a mi madre, a mi no me gusta (por eso no hago ganchillo que a ella le apasiona) Con lo cual, como ella leía a Corín Tellado, yo prefería a Marcial la Fuente Estefanía que lo leía mi padre, si ella decía que tal libro era un rollo, allá estaba yo, empeñada en leerlo. (Aún seguimos en esas a pesar de los años).

 A si que cuando en una conversación entre adultos, mi madre dijo, que Agatha Christie, no le gustaba nada, y que había leído solo una novela “Matrimonio de Sabuesos” y Bla… Bla…. Pues yo, aunque contaba siete u ocho años me  empeñé en leerla, por cierto que dicha novela es la que menos me gusta, pero a lo mejor es que las demás, me entusiasman demasiado.
Todos los personajes de Aghata, tienen algo especial, pero Jane Marple o  Miss Marple se lleva la palma. Esta dama entrada en años, residente en St. Mary Mead, el  encantador pueblo de la campiña inglesa, tiene la virtud de conocer la naturaleza humana hasta tal punto de utilizar sus conocimientos para ayudar a descubrir casos imposibles incluso para los más importantes inspectores de Scorland Yard.
Con Agatha, he viajado a Egipto, he tomado el té infinidad de veces, he conocido los páramos de escocia y de reino unido y hice un gran viaje en el Orient Express.
Con ella he conocido toda clase de asesinatos, por celos, por envidia, muchos por codicia, venenos, puñales, revólveres, historias ocultas, hijos naturales, extraños amigos que me hacían feliz y me siguen haciendo. No hay nada en el mundo que me guste más que una buena historia de policías, en la que los “buenos” tengan la suficiente inteligencia, para atrapar a los “malos” simplemente por el hecho de haberse dejado una pequeña  pista por el camino.
Este pequeño homenaje a una mujer, que decidió que la muerte sería su medio de vida, y con ella, enganchó a millones de personas en todo el mundo.

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