viernes, 27 de mayo de 2011

Meme de los libros

Al final me he aficionado a esto de los “Memes” y  este sobre libros me ha gustado especialmente, y claro no me he podido resistir, la carne que es débil, y cuando se trata de libros pues pecamos. Pero a la vez nos sirve para recordar algunas obras, que de otra manera quizás, no nos acordamos de ellas. Pero sobre todo, es un homenaje a algunos de los  libros que nos han marcado en la vida y por supuesto yo lo “alargaré” con una sinopsis de cada uno de los que nombre, pues de otra manera no sería yo misma.

Comenzamos:

El último libro que he leído: 
El Jardín de Hipatia,” de Olalla García.
Año 413 d.C. El caballero Atanasio de Cirene desembarca en Alejandría con la esperanza de unirse a la academia de la maestra Hipatia, cuya escuela de filosofía goza de enorme fama en todo Oriente. Procede de una provincia devastada por la guerra, en la que él mismo ha combatido como oficial.
Pronto comprobará que las luchas de poder en el seno de una de las ciudades más fastuosas y opulentas del Imperio pueden llegar a ser tan cruentas, despiadadas y letales como los ataques de las hordas del desierto. En contra de su voluntad, se verá envuelto en la batalla por la hegemonía entre el patriarca de Alejandría, Cirilo, y el prefecto augustal, Orestes.
Desde el ágora hasta las escuelas de filosofía, de los grandes palacios y basílicas hasta los barrios en ruinas de los indigentes, este relato sumerge al lector en una ciudad fascinante en la que la sofisticación y el lujo se dan la mano con la crueldad y la más descarnada ambición.

 El libro que estoy leyendo:

De la Alpargata al Seiscientos, de Juan Eslava y Galán.
 Es  la tercera parte de la serie en la que el autor reconstruye la vida de los españoles. En esta ocasión durante los años de la dictadura franquista, desde la llegada de la Coca-Cola a España en 1952 y el inicio del desarrollismo hasta la motorización del país y la popularización del Seat 600 en los años 60. Un texto que, con ternura, pero con crudeza, no hace otra cosa que mostrar la gran, profunda e indignante ignorancia del Régimen.

Este autor tiene una forma única de contar la historia. Emplea el humor, la inteligencia, la cercanía y una óptica progresista que tiene muy pocos paralelismos en el mercado editorial.
De una manera novelada, a través de las vidas de los personajes que pueblan sus páginas, el libro reconstruye la vida de los españoles durante los años de la dictadura.
Las anécdotas y las historias populares, cotidianas, vividas por todos, harán de este libro un tierno y divertido recuerdo de aquellos años.
Eslava mezcla con gran maestría los temas más duros (la dictadura, el horror, la represión) con lo ridículo (la fascinación por la Coca-Cola o las conversaciones torpes) y logra una mezcla perfecta y eficaz entre alta literatura y la cultura popular.
Los confesionarios, el botijo, los correveidiles o los censores, los políticos, las alcahuetas y las prostitutas; todos los lugares, objetos y personas tienen su lugar en este retrato de una sociedad inmovilista. Un país, aunque nos pese, de alpargata y pandereta, pero con ansias de superar sus propias miserias.

El libro que cambió mi forma de pensar:

Lo que el viento se llevó de Margaret Michell
Un día la casualidad quiso que en mis manos cayese esta joya de la literatura, la autora de esta obra, volcó sus extensos conocimientos de historia, los relatos de sus mayores sobre la Guerra de Secesión y sus propias vivencias personales, para crear una obra y unos personajes que han entrado en los anales de la historia.
La Joven Scarlett enamorada del heredero de los Wilkes, en Georgia, no comprende como este puede preferir casarse con la insulsa Melanie Hamilton (aunque esta terminará siendo su cuñada y mejor amiga). Al mismo tiempo Rhett Butler, un aventurero cínico y desvergonzado, expulsado del seno de su aristocrática familia en Carolina del Sur, se enamora de Scarlett y la trama se desarrolla en medio de la lucha de Rhett por conquistarla el empeño de Scarlett por negar su atracción hacia él, obstinándose en seguir enamorada de Ashley.

Paralelamente, Scarlett, su familia y el resto de personajes de la obra, deben hacer frente a las terribles consecuencias de la Guerra, y la etapa posterior. Nuestra Joven amiga, deberá madurar en medio de tan terrible prueba, dejando de ser la niña frívola, malcriada y algo ingenua de principios de la novela, para convertirse en la mujer implacable dispuesta a todo para salvar a su familia del hambre, aunque tenga que recurrir a métodos poco “éticos” y “honorables” para sobrevivir.
La Historia nos mantiene hasta el final  y más allá en el suspenso del destino de la relación entre Rhett y Scarlett, tanto él, como ella, son cínicos y a la vez románticos, egoístas pero al mismo tiempo generosos, pragmáticos pero con un punto de idealismo.
Más allá de la historia de amor y desamor, la novela retrata con mucha habilidad el derrumbe de la sociedad sureña anterior a la Guerra de Secesión.

El último libro que me hizo llorar:

Hay pocos libros que me hagan llorar, pero el que me hace hacerlo sin remedio es:
 “Los Puentes de Madison County” de Robert James Waller.
Un trabajo de fotografía lleva a Robert Kincaid a un bucólico y apartado rincón de Iowa donde Francesca, dueña de una granja, vive una placida madurez, añorando la Italia que dejó hace años para casarse con un soldado americano. La fuerte atracción que surge entre Robert y Francesca despierta en ellos ese tipo de emociones que se creen olvidadas, pero que habitan invariablemente en cada uno de nosotros.

El último libro que me hizo reír:

Tampoco me suelo reír mucho con los libros, de hecho no suelo leer libros de humor, pero uno de los libros con los que más me he podido reír es con ;

“El Sopor de los Anillos” de Henry N. Beard y Douglas C. Kenney.
 Este libro pequeño, apenas 190 páginas, es una brillante parodia de la famosa trilogía El Señor de los Anillos, su humor es absurdo y divertido.

“Este anillo y ningún otro, es la obra de los elfos, venderían a su madre para tenerlo de nuevo. Soberano de Mortales, de los Grelos y del Jamón; si lo luces en el dedo, queda de lo más fardón. Único anillo que tiene un poder omnipotente; todo lo que tú mandes lo cumplirá mismamente. Si lo rompes o lo fundes, no podrá ser reparado, de hallarlo, mándalo a Saurión (los portes ya están pagados).”

Así comienza una de las historias más divertidas que han pasado por mis manos ya he dicho que no suelo leer libros de humor. Pero la historia de Fraudo y la compañía del anillo. Nos narran la salida de Fraudo Bribón de la “Cochambra” hasta la destrucción del anillo en Morbor. Los nombres de todos los lugares, personajes y demás parafernalia “Tolkeniana” están genialmente conseguidos.

Un libro prestado que no me han devuelto:

Ufff son tantos que no llevo la cuenta, él último “El Sopor de los anillos” que encima siempre anda descatalogado y si no me lo devuelvan, me quedaré sin el por que no se donde poder comprarlo de nuevo. Dice el refrán “Libro Prestado, perdido u olvidado” y que razón tiene.

Un libro prestado que no he devuelto:

Si, precisamente los “Puentes de Madison County”, me lo prestó mi amigo Quico, de una colección que estaba cogiendo por un periódico, y me dijo al dejármelo_ “Seguro que es una tontuna romántica de esas”. A si que se a quedado sin el, no pienso devolvérselo nunca, nunca, para que otra vez desprecie un libro de esas maneras, además yo creo que ni se acuerda, pues no me lo a pedido.

Un libro que volvería a leer:
Aquí ya me han pillado con la pregunta, me encanta releer, Los de Jane Austen, Elizabeth Gaskell, J.K. Rowlling, Louise May Alcott, Ágata Christie  y un largo, largo ect.


Un libro para regalar a ciegas:
Pues el libro que mas veces he regalado ( por que lo he prestado y no me lo han devuelto, lo he vuelto a comprar y volver a prestar y vuelta a empezar );
 “ El caballero de la Armadura Oxidada”  de Robert Fisher,
 El protagonista es un caballero egocéntrico que no consigue comprender y valorar con profundidad todo lo que tiene y descuida como “sin querer” todas las cosas y las personas que le rodean, de esta forma se ve encerrado en su armadura que poco a poco esta deja de brillar y se oxida, cuando quiere darse cuenta, ya no se la puede quitar. Prisionero de sí mismo emprende entonces un viaje al final del cual, gracias a diversos personajes, logra deshacerse de la armadura que la había imposibilitado abrirse al mundo.

Un libro que me sorprendió para bien:

 “La Catedral del Mar”  de Ildefonso Falcones.
Es un libro que escogí al azar cuando apenas acaba de salir, y que me sorprendió tan gratamente que ha pasado a ser uno de mis libros favoritos y su personaje principal Arnau, uno de mis preferidos.
El joven Arnau trabaja como palafrenero, estibador, soldado y cambista. Una vida, extenuante, siempre al amparo de la catedral del Mar, que le iba a llevar de la miseria del fugitivo a la nobleza y a la riqueza.
Esta novela es una trama en la que se entrecruzan lealtad y venganza, traición y amor, guerra y peste, en un mundo marcado por la intolerancia religiosa, la ambición y la segregación social.

Un libro que me decepcionó:
El Símbolo Perdido de Dan Brown,


   Mezcla de indiana Jones y el “prota” de la Búsqueda, sin pies ni cabeza, sabiendo quién es “el malo” desde el principio y lo que es peor el porqué, nada de suspense, ni emoción, ni nada. Fraude total.

El autor del que tengo más libros:

Pues hay un empate técnico entre Julio Verne y Ágata Christie, luego Noah Gordon, Stephen King, Juan Eslava y Galán, Arturo Pérez Reverte y los Hermanos Grimm.

Un libro valioso:
Mi ejemplar de “Lo que el viento se llevó” con fecha de 1936 y fotogramas de la película recién estrenada. Es mi joya, tanto por el contenido, como por como llegó a mis manos y todo lo que hemos pasado juntos.

Un libro que llevo tiempo queriendo leer:
Son demasiados los que quiero leer, no podría nombrarlos todos, cada vez que voy a la Fnac o a la Casa del libro, me vengo malita por todo lo que veo y no puedo tener, y ahora encima comienza la feria del libro en Madrid, uffff, que peligro!!!!!.



Un libro que prohibiría:

Pues no se si llegaría a prohibir ninguno, lo que si es cierto que a veces la literatura no está echa para ciertas “mentes” y confunden realidad con ficción, pero prohibir creo que no.

El próximo libro que leeré:
 El tiempo entre Costuras, de María Dueñas,
 Me acaba de tocar en un concurso gracias a Iciar, la historia de Sira Quiroga, una joven modista empujada por el destino hacia un arriesgado compromiso en el que los patrones y las telas de su oficio se convierten en una fachada de algo mucho más turbio, me tiene fascinada desde que leí la sinopsis. Y después Misery de Stephen King, (también obsequio de Icíar).

Bien, andando que te andará, hemos terminado con el Meme de los libros, espero que hayáis disfrutado con las preguntas y mucho más con las respuestas, que hagáis este Meme en vuestras casitas virtuales y así vamos conociendo todos los gustos literarios de cada uno de nosotros.
Gracias a Aglaia Callia que lo publicó en su blog y yo se lo copié.




martes, 24 de mayo de 2011

Lo prometido es “ meme” ( o deuda a saber)

Hace días me prometí a mi misma contestar el meme de Maricari, y estas son las horas, que aún no lo había hecho, a si que sin más dilación me pongo a contestar las preguntas advirtiendo que cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia.

_ ¿Cuántas preguntas puedes contestar inteligentemente?
    Esto es claramente una pregunta con trampa, por que si no ya me diréis, o no???  Dejémosla en blanco, patalacabra, digo, pasa palabra.

_ Una duda
Al que duda, dios le ayuda ( o es al que madruga????, supongo que al que duda también no????).

_ Una Certeza
Juer, he leído cerveza anda que… Pues que de seguro, no me quedo por aquí, para casta de rábanos ciertamente.

_ Un color.
El no color, la falta de el, o sea el negro negroso, oscuro, sobrio.

_ Un deseo.
Uno nada más ¿??? El genio de Aladino concedía tres.
No deseo nada especialmente ,no sea que se me conceda.

_ Una Virtud
Teologales??? Cardinales??? O en general???? necesito más datos.


_ Una frase.
“Y yo puedo enseñarte  primo a avergonzar al diablo, diciendo la verdad.” Shakespeare, Enrique VIII.


_ Un Sueño
Yo es que más bien tengo pesadillas. Pero como dicen que soñar no cuesta nada; Son los sueños todavía, los que tiran de la gente, como un imán que los une cada día, no se trata de molinos, no se trata de quijotes, algo se templa en el alma de los hombres (y de las mujeres) una virtud que se eleva por encima de los títulos y nombres. ( toma canción).

_ Un Defecto.
Ejem… Soy perfecta, sin mácula, amos sin agüela ni na. jejejejeje.

_ ¿Qué significado tiene para ti, una hoja en blanco?
 Es como la vida, tu decides que escribir o dibujar en ella, a veces hasta puedes hacer un barquito o un avión de papel y otras apuntar la lista de la compra, pero siempre, siempre, tienes un cosquilleo especial al utilizarla.


_ Escribes por necesidad o por afición.
Por necesidad, necesito escribir, como comer, asearme, pasear, el aire que respirar…

_¿Pones música en tu blog?
No, mis gustos musicales son particulares, como el patio de mi casa.

_¿Eres una persona sentimental?
Los sentimientos son absurdos. Y si piensas en el sexo de aquellos a los que se dirigen, son una auténtica locura.
Jane Austen.

_ Si Tuvieras que tener un solo sentimiento, Cual sería???
Sin duda el amor.

_ Una Pregunta.
Qué fue antes, el huevo o la gallina???


_ Si desearas algo, que pedirías???
Creo haberme pronunciado, en eso de los deseos.

_ Cuando escribes, qué sientes???
Placer, amor, rabia, ira, impotencia, soledad, agotamiento, sed, hambre, pasión, entusiasmo, delirio, desvarío….

_ ¿Eres Creyente?
Si, creo en muchas cosas, otras no hay quien se las crea, pero se pueden respetar.

_ Si no fueras Creyente, en qué creerías?
En nada, el que no es creyente, no cree, es incrédulo.

_¿ Qué esperas de la vida?
Que sea larga y productiva.

_ Tienes un blog??? Porqué????
No, tengo cinco. Pues por que me apetecía dar a conocerme al mundo y conocer gente estupenda, tan loca por la vida, por los libros, la historia, las manualidades y un largo etcétera, como yo.

_ ¿Crees que eres una persona a la que se le reconoce su valía???
Pues tampoco pienso en ello demasiado.

_ ¿Qué esperas del amor???
 Que no se nos agote nunca, esa capacidad de los humanos, que es amar y ser amados.

_ Qué le pedirías a la vida.
Pues, virgencita, que me quede como estoy…

Bueno, espero que MariCari, no me tome en cuenta el tiempo tardado para realizar el meme,. Supongo que así nos conocemos todos un poco más, yo sin ninguna duda estoy loca de remate.

viernes, 20 de mayo de 2011

Desafío Diez Misterios.

Desafío diez misterios.

A veces por la red, de un blog a otro blog, te sueles topar con cosas interesantes, como esta, con la que afortunadamente me di de bruces ayer.
El desafío diez misterios.

 Para una mujer, Tauro como yo, las palabras desafío y misterios, son como  palabras mágicas, maná del cielo o un trapo rojo al que embestir. Ya puse en mis anteriores entradas, que mis primeras lecturas de adolescencia, fueron Agatha Christie y Conan Doyle, dueños y señores por excelencia de los más grandes misterios resueltos de la historia del crimen. Aún al día de hoy nadie tiene mayor carisma que mi querida Miss Marple, y a pesar de toda la tecnología nadie supera en agudeza mental a Sherlock Holmes.
Aunque claramente hay muchas novelas de misterio que en cierto modo, son mis favoritas.
A si que rauda y veloz, me apunté a este desafío, que para mí, es un placer para la mente, pues leer diez novelas de misterio y poner una reseña en el blog, es más una delicia que un desafío, pero me gusta el título, es contundente y llama al lector.
Todo este reto a sido urdido desde el blog “ Una vida de Novela” ya digo que fue ayer cuando lo encontré y poco he podido saber de este, si no es el amor a la palabra escrita, que al fin y al cabo es lo que nos une a todos en estos sitios.

Ya he elegido mi primer misterio, o intriga.


RELÁMPAGOS

La noche en que nació Laura Shane descargó una tormenta, y había algo tan extraño en el tiempo que la gente lo recordaría durante años….


El caso es que esta novela está catalogada como de “escritor de terror” pero yo no le veo el “terror” por ninguna parte la verdad, es una de las mejores novelas que he leído y no me canso de volverla a leer siempre que tengo ocasión.
Dean Koontz, es un  escritor estadounidense de novelas de “terror”, y ganador del premio “Bram Stoker”.
Tengo que decir que a pesar ser un prolífico autor, yo solo he leído y poseo esta. Pero me enganchó tanto la historia que se ha convertido en una de mis predilectas.

La novela nos lleva a una noche tormentosa donde la protagonista Laura Shane, viene al mundo.
 Esa noche la tormenta es extraña y algo raro se siente en el aire. Con el tiempo, terribles peligros acosarán a Laura, que se librará de ellos gracias a su valor y a la milagrosa intervención de su “ángel de la guarda”, que siempre aparece en tardes tormentosas como en la que Laura nació.
Ella no sabe que fuerzas poderosas controlan su destino, que es victima inocente de una persecución más allá del tiempo y la historia.
Un alucinante experimento controlado por la Alemania nazi, el terror, y la muerte la perseguirán implacablemente hasta el desenlace en el que el bien y el mal luchan a brazo partido. Una novela donde el poder del amor, cruza barreras insospechadas, y donde la inocencia es victima de las circunstancias.
Con esta novela Koontz, nos lleva al suspense en nuevas y sorprendentes alturas.


Este libro  comenzó a engrosar mi humilde Biblioteca en el año 1990, y desde entonces la habré leído como seis veces, y siempre que lo hago, algo nuevo y excitante descubro en el autor y sus maravillosos protagonistas.

Lo cierto que al leerla, te sientes como en una montaña rusa, con fuertes pendientes, súbitos y rápidos descensos, para lectores amantes de las emociones.




martes, 17 de mayo de 2011

El valor del Número cero.

Hoy os voy a contar una anécdota, ocurrida muy recientemente.
Sabemos todos y todas, que en este mundo del Blogger, pasamos de un blog a otro y a veces encontramos cosas curiosas, vistas maravillosas, historietas divertidas y un gran mundo por descubrir.
Pues eso me pasó a mí hace un par de semanas, andando que te andaré por estos mundos del Blogger, descubrí "Los mil y un libros"“ que regenta nuestra amiga, Icíar, el caso es que tropecé con  un sorteo, donde había que contestar una serie de preguntas sobre nuestros gustos literarios y otras cuitas. Resultó ser, que fui la primera en comentar tal evento, aunque luego me enteré que fui la segunda, el caso es que a la primera se le dio el nº 1 y a mí el cero,  que es un número al fin y al cabo.

Quiso la casualidad, la suerte, el destino, o quién fuese que el 11 de mayo de 2011 en el sorteo de la ONCE (tanta redundancia me abruma). Pues como digo, en dicho sorteo resultó agraciado el nº oo1oo (no es un código binario aunque lo parezca).


Y heme aquí, que me tocó la rifa de dicho libro, que en un principio y siendo una, un poco digamos “pardilla”, le comenté a Iciar que quería Misery de Stephen King, pero ella comentó que eran los libros de otra lista, que yo “oscurilla en estos casos y con los nervios” había pasado por alto. Al final elegí “El tiempo entre costuras” de María dueñas.
Mis dos flamantes libros, obsequio de Iciar.

 La  trama nos cuenta la historia de Sira Quiroga, una joven modista empujada por el destino hacia un arriesgado compromiso en el que los patrones y las telas de su oficio se convertirán en la fachada de algo mucho más turbio y transcendente. Una novela colonial, de amor, de conspiraciones históricas y políticas. En definitiva  es una novela de espías, donde el ritmo imparable cargado de encuentros y desencuentros, de identidades encubiertas y quiebros inesperados nos hará gozar de una gran lectura.

Pero la historia que os contaba no termina aquí, con el premio inesperado, por el contrario, el caso es que esta semana he cumplido años y mi hija menor Luan, sabiendo lo mucho que me gustan los libros , las postales y las cosas de antaño, me regaló cuatro libros que había comprado en una tienda de segunda mano, ( que son tiendas maravillosas donde encuentras verdaderos tesoros). Pues bien, ella primero se pasó por la librería a buscarme “Misery” pero no lo encontró, al final le comentó a la chica de la tienda y no solo me compró Misery, si no también “Apocalipsis” y “Buick 8 un coche perverso” de Sthephen King y “La llave de Sarah” de Tatiana de Rosnay. Novela histórica que relata el cambio radical que se produce en la vida de la periodista Julia Jarmond y su compañero Bamber, cuando les encargan un artículo sobre el sexagésimo aniversario de la Redada del Velódromo de Invierno, en la cual miles de judíos fueron arrestados por la policía francesa.

Mis cuatro flamantes libros, obsequio de mi hija menor, Luan.

Y pensareis, que suerte, pues te tocó el libro, luego te compraron más, y uno el que querías verdad???
Pues no con eso, Iciar que es un encanto, aunque la conozco de apenas nada, cuando fue rauda y veloz a comprarme mi libro, también me compró Misery, en edición de bolsillo, todo para que no me quedase con las ganas.
A si que soy afortunada, si, en el número cero, en que tengo las historias que me gustan, y en que las personas piensan en mi, y tratan de halagarme como mejor saben, que es proporcionando alimento para mi voraz apetito literario.
Gracias, por todo, pasaros por el blog de Iciar que comenta las obras literarias  de una manera especial. Y sobre todo, cuando entréis en un sorteo, o en una rifa, nunca neguéis el número cero. Como he dicho, es un número al fin y al cabo.



sábado, 7 de mayo de 2011

PROFESIÓN: S.L.

Este relato, lo presenté en un certamen por el día de la mujer trabajadora, paradojicamente, ganó uno de un chico sobre ciertas actitudes sexuales que no vienen a cuento. En realidad más que un relato es una vivencia de mi infancia, y como no, se la dedico a mis padres, que tanto hicieron y aún hacen por mi y mi familia.


…Cercana a las fiestas navideñas, cayó una gran nevada,  fue el año que nació mi hermana, recuerdo como mi padre hacía una  bola de nieve abriendo un camino por el patio delantero hasta la puerta de la casa, y como mi madre le ayudaba en esa tarea, mientras yo los observaba curiosa desde la ventana de la cocina.
Evoco aquella escena con cariño y por que en ese momento los dos hacían la misma labor, los dos trabajaban por igual, los dos con la cara colorada y las manos heladas, empujaban la blanca manta hasta tener despejada la salida de la casa. codo con codo, los dos riendo igual, arrojándose bolas de nieve, algunas de las cuales se estrellaban contra los cristales, tras los que yo esperaba ansiosa el momento de que me dejasen participar de aquellos juegos. Nunca en mi vida volvió a ocurrir una cosa como aquella, ni jamás  les volví a ver tan iguales y a la vez tan diferentes.

En mi casa, como en todas las casas que conocía, las del barrio, las de mis amigos y parientes, el padre era el que madrugaba para ir a trabajar, la madre lo hacia, pero para comenzar sus quehaceres domésticos, encendía la estufa, preparaba el desayuno y el almuerzo.
Preparar el almuerzo para mi padre, era un ritual en el que a mí me encantaba  participar. Vaciaba la talega del día anterior, y sacudía las migajas que solían quedar dentro, luego mi madre me daba una merendera de metal en la que había preparado un guiso, o una tortilla o algo de pescado. Después yo era la encargada de meter dentro el pan y la fruta, los cubiertos, una servilleta y como mi padre era muy goloso, siempre le ponía un pedacito de chocolate.
Mientras mi padre se marchaba a  trabajar, mi madre comenzaba a realizar las tareas del hogar, limpiaba y vaciaba de ceniza el fogón de la cocina, lo llenaba de carbón y lo encendía con astillas de madera, ponía a calentar el agua para asearme antes de ir al colegio, preparaba nuestros desayunos y mientras yo devoraba el mío, mi madre cambiaba a mi hermana y le daba su ración de leche. En mi memoria se esconden los sonidos y olores que percibía, leche tibia, madera chisporroteante, colonia de bebé…

Cuando yo me iba al colegio, (sola, como todos los niños y niñas de mi barrio), ella se quedaba haciendo las camas, lavaba la ropa, planchaba, preparaba la comida, a veces tenía que ir a por agua a la fuente, por que en aquel entonces faltaba muchas veces el agua corriente en las casas. Al medio día si mi padre no venía a comer, comíamos las dos, mientras el bebé dormía, y después seguía con la tarea, fregaba los platos y cacerolas, pelaba o limpiaba verduras para la cena, y cuando tenía un rato para sentarse, zurcía calcetines, repasaba remiendos, o nos confeccionaba jerséis con bonitas lanas de colores.
Cuando mi padre llegaba, cansado de trabajar todo el día, se quitaba las botas y se ponía a escuchar la radio, a jugar con mi hermana o a leer el periódico.
Era una vida normal, entonces me consideraba afortunada, y así me lo hacían saber siempre en el colegio, en misa y en la catequesis.

Una tarde llegó a casa una joven que trabajaba en el ayuntamiento, estaba recogiendo datos para el censo, y venía con una carpeta color gris, y escribía con un Boli Bic, de cuatro colores.  Lo recuerdo por que aquel día escuché una cosa que marcó toda mi infancia.
Después de que mi madre le diese las referencias de mi padre, nombre, edad y profesión, cuando estaba apuntando los datos de  ella, en el apartado profesión, leí,  que ponía SL.
_ Mamá, ¿que es SL?_ pregunté.
_ ¡Anda, comete la merienda y termina los deberes! Esta niña siempre curioseando._ respondió mi madre.
SL…SL… las dos letras rondaban por mi cabeza y no paraban, SL…SL…
_ Mamá, ¿Puedo mirar una cosa en la enciclopedia, que necesito para los deberes?
Uno de mis tesoros era una enciclopedia básica de siete tomos de la editorial Argos, que aún conservo, pero para utilizarla tenía que pedir permiso, para que no se rompiese, visto desde ahora, ralla el ridículo, pero entonces había que pedir autorización para casi todo.
Uno de los tomos el número siete “Dime cual será mi profesión”. Lo llevé encima de la mesa camilla de la cocina,  Coloqué sobrepuesto el cuaderno de sociales, con un esquema que me había mandado mi profesora Doña Angélica, por si mi madre me veía y me puse a buscar:
Profesión SL,… de las 500 profesiones que vienen reflejadas en el tomo, ninguna respondían a las letras (entonces yo no sabía lo que eran siglas) SL…SL… buscando, descubrí otra curiosidad (para mi otro misterio),  en el prologo explicaban que habían dado a cada profesión su denominación masculina o femenina, según los casos, pero siempre precisando, mediante un signo convencional, si el trabajo podía ser realizado por un hombre, por una mujer o de forma indistinta por cualquiera de ellos “el signo convencional “ era un muñequito de hombre y una muñequita de mujer.

Así averigüe, que como mujer podía ser Ramilletera, pero no Cristalero, también Granjera pero no Profesor de Vela, tampoco Galletero, ni Enólogo, ni Sommelier, en cambio podía ser Peluquera, Esthéticienne o Manicura curiosamente tampoco podía ser Payaso, pero eso no me disgustó tanto, por que no me gustaban los payasos, (siguen sin hacerme gracia), Total que una a una, repasé todas las profesiones, y en aquel momento pensé, que también podía haber nacido chico, que tenían más donde elegir. Pero la profesión con las letras S.L. No aparecía por ninguna parte.

Cuando estábamos cenando, le pregunté a mi padre:
_ Papá,¿ que significa SL?
Come y calla _ Contestó mi madre_ curiosamente junto a “como dios manda”  era una frase que escuché bastante en mi niñez. Pero esta vez, mi padre, que en ocasiones era más paciente que mi madre, me contestó.
_ SL significa Sociedad Limitada.
_ Entonces, la profesión de mamá, ¿es Sociedad Limitada?
Mi madre se echó a reír, y me dijo:
_ Si hija, limitada, me limito a limpiar, barrer, cocinar y cuidaros, ¿te parece poca limitación?
_¡Tendrás queja,!_ Contestó mi padre.
Mi madre sin decir nada se levantó, quitó  los platos vacíos y sucios, puso el frutero encima de la mesa y arrulló a mi hermana; yo me mantuve callada con la sensación de haber provocado un enfado entre los dos y no dije nada.
Al poco tiempo, la profesora nos explicó en clase que la mayoría de nuestras madres, se dedicaban a Sus Labores.
Sus Labores, SL, las famosas letras de la discordia, las que me habían mantenido en vela tantas noches, dándole vueltas y vueltas, mirando en mi enciclopedia de siete tomos a escondidas y en mi diccionario, creo que por mirar, miré hasta en el catecismo.

De Profesión; Sus Labores, algo tan natural, como que fregar, planchar, cocinar, lavar, eran las labores de mi madre y de las madres de todos mis amigos y amigas.
Para colmo, se puso de moda, la famosa canción de Milikito (uno de esos payasos, que nunca me hicieron gracia). Seguro que todos los de mi edad la habéis cantado alguna vez, esa que dice:_” Lunes antes de almorzar, una niña fue a jugar, pero no pudo jugar por que tenía que planchar…;”[…] y así durante toda la semana , la pobre niña que barría, lavaba, fregaba, cocinaba y limpiaba, y para colmo el domingo, tenía que ir a rezar.
Infortunada pequeña, que infancia más dura, al menos yo solo ayudaba de vez en cuando a mi madre a hacer pequeñas tareas y recados  y los domingos después de misa y catequesis, podía ir al carrito de las chuches a comprarme golosinas y por la tarde a jugar con mis amigas. Pensé que la inocente niñita debía ser huérfana, y que al no tener madre de profesión: “Sus Labores”, pues le tocaba a ella toda la faena, mientras su padre escuchaba el futbol, leía el periódico o dormitaba en la mecedora.
Cuando en casa llegué a comentarlo, me gané una bronca y me tocó limpiar las lentejas para la comida del día siguiente (en aquel entonces se limpiaban las lentejas). Era como si las mujeres hubiésemos  nacido con el genoma de la escoba, el plumero y la fregona.
Vienen a mi memoria tantas pequeñas cosas, los anuncios como el de aquel coñac que era cosa de hombres. O aquellas películas en el que el mayor logro de la protagonista era contraer matrimonio, tener una bonita casa y que el marido la tuviese “como una reina”.
La meta de las mayoría de las jóvenes  de mi generación era casarse, tener hijos y cuidar del hogar, cuando jugaba con mis amigas siempre a las casitas, a las princesas, al truque, o a la comba si jugábamos al burro , a las chapas o a las canicas, te llamaban Mari-macho. Y si se enteraba tu madre, era como una especie de deshonra que había que ocultar y detrás de cada regañina materna, llegaba el consabido _ ¡“Ya verás cuando se  entere tu padre”!.
Así que poco a poco, y por aquello del que dirán dejabas de jugar a juegos con los chicos, y aprendías cosas tan necesarias para tu  vida futura, como era poder planchar bien los cuellos de las camisas, fregar las cacerolas o hacer labores a ganchillo.

Han pasado unos cuantos años desde aquellos días, pero aún me sigue asombrando la cantidad de mujeres que diariamente y a pesar de que muchas trabajan fuera de su casa, cuando llegan a ella irremediablemente se tienen que seguir dedicando a S.L. Aunque ahora los maridos han cambiado la radio y el periódico por el mando a distancia de la tele o la videoconsola. Y  es que como decía mi abuela. _!“ Hija mía, hay cosas que nunca cambian”!
O quizás si.