Confieso
que Tolkien, no es uno de mis autores preferidos, y confieso que cuando intento
leerlo a veces lo dejo por imposible, por que me aburre soberanamente, pero
también confieso, que tal vez, solo tal vez, yo no tenga esa mente abierta a la
fantasía de su mundo, pero a pesar de ello, confieso que me gustan sus adaptaciones,
cinematográficas, y en particular, esta el Hobitt, pues la primera vez que la vi.,
fue en mi adolescencia ( 1977) en una película de animación.
Como
casi todo el mundo sabe, a estas alturas que, The Hobbit, es una novela
fantástica del filólogo y escritor británico Jhon Ronald Reuel Tolkien ( J.R.R.
Tolkien), fue escrita por partes desde finales de los años 20 hasta principios
de los 30, y primeramente, tan sólo tuvo como objetivo el divertir a los
hijos pequeños del autor. No obstante, el manuscrito aún si acabar fue prestado
por el escritor a varias personas y finalmente acabó en manos de la editorial
George Allen & Unwin.
Dispuestos
a publicarla, los editores pidieron a Tolkien que finalizara la obra y la
publicación The Hobbit, vio la luz el 21 de septiembre de 1937 en el Reino
Unido.
Es
la primera que explora el universo mitológico creado por Tolkien, y que más
tarde se encargaría de definir con The Lord of the Rings y The Silmarillion.
El argumento nos sitúa en
el año 2941 de la Tercera Edad del Sol, y nos narra la historia de Bilbo Bolsón,
un “mediano” hobbit que junto con el mago Gandalf y un grupo de enanos, vive
una aventura en busca del tesoro custodiado, por el dragón Smaug, en la Montaña
Solitaria.
Debido a su éxito, y a
las buenas críticas recibidas, los editores pidieron a Tolkien, una continuación
bautizada como The Lord of the Rings, su cambio a un tono alejado del infantil,
provocó que The Hobbit, tuviese que ser modificado ligeramente para que ambas
historias coincidieran mejor.
Llegados a este punto, la
gran mayoría del público, conoce esta historia gracias a Peter Jackson, y su
famosa trilogía, de la cual, nos vuelve a dejar “enganchados” con esta otra, la
primera que acaba de ser estrenada, “un viaje inesperado”.
Puestos a confesar,
confieso que fui a verla tan solo por que uno de mis actores predilectos
trabajaba en el filme, hablo del atractivo Richard Armitage, (Norte y Sur).
El argumento se
desarrolla sesenta años antes de los acontecimientos descritos en la trilogía
de El Señor de los Anillos. Narra el viaje de Bilbo Bolsón interpretado por el
actor Martin Freeman, (Doctor Watson, en
la sería británica Sherlock ) hasta la Montaña Solitaria en busca del tesoro
robado, años atrás por el dragón Smaug.
Todo comienza un día
cualquiera cuando Bilbo sentado apaciblemente en el jardín de su casa, recibe
la visita de Gandalf el Gris (Ian Mckellen) un poderoso mago, que tras dejar
una marca en su puerta, se propone que el pequeño Hobbit, pase algunos apuros
domésticos, con la llegada de trece ruidosos, hambrientos y borrachines enanos,
entre los que se encuentra Thorin Escudo de Roble (Richard Armitage, ains omá),
hijo de la familia poseedora del tesoro robado por el dragón Smaug.
Tras ponerse en marcha,
irán descubriendo que un antiguo y malvado poder amenaza la Tierra Media, una historia
plagada de aventuras, algunos gans, cómicos, mucha fantasía y una decepción
tremenda cuando el lo mejor Zas!!!! The End…
En lo personal tengo que
decir, que nunca he visto en cine ni en tv, enanos tan atractivos jejeje,
además de Thorin, está el actor irlandés Aidan Turner que interpreta al enano
Kili.
O el actor neocelandés Dean
O'Gorman en el papel de Fili
Junto a estos personajes “nuevos”
podemos volver a ver, además del antes mencionado Ian Mckellen a Ian Holm como Bilbo Bolsón anciano, Elijah
Wood, en el papel de Frodo Bolsón, ( se le notan los años y hace el mismo papel
no es por nada) Hugo Weaving como Elrond el “medioelfo”, a la atractiva Cate
Blanchett en el papel de Galadriel ( a esta los años no le afectan), un “pegadísimo”
Christopher Lee en su papel de Saruman el Blanco, y un casi tierno Andy Serkis
como Gollum.
Esta obra, lo cierto es
que sea escrita, animada o en cine no deja indiferente.
Como últimas
curiosidades, el papel casi desapercibido al menos en esta primera parte del
actor británico Benedict Cumberbatch (Sherlock) que da vida al “nigromante” y
es la voz del dragón Smaug.
Y dejo para el final la
mejor caracterización de todas, Manu Bennett como el trasgo Azog.
Feliz lectura, o Feliz
tarde de cine…