miércoles, 26 de diciembre de 2012

The Hobbit, or There and Back Again



 Confieso que Tolkien, no es uno de mis autores preferidos, y confieso que cuando intento leerlo a veces lo dejo por imposible, por que me aburre soberanamente, pero también confieso, que tal vez, solo tal vez, yo no tenga esa mente abierta a la fantasía de su mundo, pero a pesar de ello, confieso que me gustan sus adaptaciones, cinematográficas, y en particular, esta el Hobitt, pues la primera vez que la vi., fue en mi adolescencia ( 1977) en una película de animación.

Como casi todo el mundo sabe, a estas alturas que, The Hobbit, es una novela fantástica del filólogo y escritor británico Jhon Ronald Reuel Tolkien ( J.R.R. Tolkien), fue escrita por partes desde finales de los años 20 hasta principios de los 30, y  primeramente,  tan sólo tuvo como objetivo el divertir a los hijos pequeños del autor. No obstante, el manuscrito aún si acabar fue prestado por el escritor a varias personas y finalmente acabó en manos de la editorial George Allen & Unwin.
Dispuestos a publicarla, los editores pidieron a Tolkien que finalizara la obra y la publicación The Hobbit, vio la luz el 21 de septiembre de 1937 en el Reino Unido.
Es la primera que explora el universo mitológico creado por Tolkien, y que más tarde se encargaría de definir con The Lord of the Rings y   The Silmarillion.


 El argumento nos sitúa en el año 2941 de la Tercera Edad del Sol, y nos narra la historia de Bilbo Bolsón, un “mediano” hobbit que junto con el mago Gandalf y un grupo de enanos, vive una aventura en busca del tesoro custodiado, por el dragón Smaug, en la Montaña Solitaria.

Debido a su éxito, y a las buenas críticas recibidas, los editores pidieron a Tolkien, una continuación bautizada como The Lord of the Rings, su cambio a un tono alejado del infantil, provocó que The Hobbit, tuviese que ser modificado ligeramente para que ambas historias coincidieran mejor.
Llegados a este punto, la gran mayoría del público, conoce esta historia gracias a Peter Jackson, y su famosa trilogía, de la cual, nos vuelve a dejar “enganchados” con esta otra, la primera que acaba de ser estrenada, “un viaje inesperado”.
Puestos a confesar, confieso que fui a verla tan solo por que uno de mis actores predilectos trabajaba en el filme, hablo del atractivo Richard Armitage, (Norte y Sur).

El argumento se desarrolla sesenta años antes de los acontecimientos descritos en la trilogía de El Señor de los Anillos. Narra el viaje de Bilbo Bolsón interpretado por el actor Martin Freeman,  (Doctor Watson, en la sería británica Sherlock ) hasta la Montaña Solitaria en busca del tesoro robado, años atrás por el dragón Smaug.
Todo comienza un día cualquiera cuando Bilbo sentado apaciblemente en el jardín de su casa, recibe la visita de Gandalf el Gris (Ian Mckellen) un poderoso mago, que tras dejar una marca en su puerta, se propone que el pequeño Hobbit, pase algunos apuros domésticos, con la llegada de trece ruidosos, hambrientos y borrachines enanos, entre los que se encuentra Thorin Escudo de Roble (Richard Armitage, ains omá), hijo de la familia poseedora del tesoro robado por el dragón Smaug.

Tras ponerse en marcha, irán descubriendo que un antiguo y malvado poder amenaza la Tierra Media, una historia plagada de aventuras, algunos gans, cómicos, mucha fantasía y una decepción tremenda cuando el lo mejor Zas!!!! The End…

En lo personal tengo que decir, que nunca he visto en cine ni en tv, enanos tan atractivos jejeje, además de Thorin, está el actor irlandés Aidan Turner que interpreta al enano Kili.

 O el actor neocelandés Dean O'Gorman en el papel de Fili


Junto a estos personajes “nuevos” podemos volver a ver, además del antes mencionado Ian Mckellen  a Ian Holm como Bilbo Bolsón anciano, Elijah Wood, en el papel de Frodo Bolsón, ( se le notan los años y hace el mismo papel no es por nada) Hugo Weaving como Elrond el “medioelfo”, a la atractiva Cate Blanchett en el papel de Galadriel ( a esta los años no le afectan), un “pegadísimo” Christopher Lee en su papel de Saruman el Blanco, y un casi tierno Andy Serkis como Gollum.


 Esta obra, lo cierto es que sea escrita, animada o en cine no deja indiferente.

Como últimas curiosidades, el papel casi desapercibido al menos en esta primera parte del actor británico Benedict Cumberbatch (Sherlock) que da vida al “nigromante” y es la voz del dragón  Smaug.



Y dejo para el final la mejor caracterización de todas, Manu Bennett como el trasgo Azog.


Feliz lectura, o Feliz tarde de cine…


viernes, 21 de diciembre de 2012

Nominación...





Hello, estos días son de caos absoluto, al menos para mi, las compras, los menús, los regalos, si mañana es el fin del mundo, la despensa al menos nos pillará llena, ufff!!!!
Bueno, de momento una a sido nominada, pero no a los Oscar ni a los Ambrosio, si no al premio Liebster

 por Raquel del blog; http://milugar2012.blogspot.com.es, con Raquel tengo muchos puntos en común, nos gustan las manualidades, los animales, leer, nos apasiona escribir y en nuestra infancia nos marcó Louise May Alcott con Mujercitas, amén de que también Jane Austen, es nuestra autora favorita, le doy las gracias por la nominación, la cosa consiste en que ella te hace una serie de preguntas, luego tu te “inventas” otra serie, y nominas a unos cuantos blogs, que tengan menos de 200 seguidores, para poder promocionar o divulgar aquellos que son menos visitados o acaban de comenzar, me parece una iniciativa estupenda, lo malo es que yo casi la mayoría de los blogs que sigo, tienen más de 200 seguidores, pero alguno encontraré, ni que decir tiene que esto se hace si uno tiene ganas, si no pues no es obligatorio ok??? Pues estas son las preguntas que me hace Raquel.

·      Personaje de Ficción Favorito:
Pues lo cierto es que son muchos y muy variados, elegir a un favorito es tarea ardua, pero me decanto por uno de mis preferidos Rhett Butler de “Lo que el Viento se llevó” la magistral novela de Margaret Michell.

·      Prioridades en la vida:
Esto lo tengo más claro, mi familia, en la que incluyo a Theodora y Baldomero, ambos aunque de otra especie, forman parte de nuestra familia y para mi el bienestar de todos es lo más importante y prioritario, todo lo demás es secundario.

·      Género literario favorito:
Pues otra vez, que me cuesta elegir, soy tan feliz leyendo a Jane Austen, como a Stephen Kinng, pasando por Ägatha Cristie, los Hermanos Grimm o Cervantes, no tengo un género “preferido”, aunque a veces si que elijo depende que libros, si son muy góticos, o siniestros, o van de evangelios perdidos y amuletos malditos, puede decirse que en esos casos, si me decanto por estos y no por otros.


·      Tú y tu relación con los animales:
Pues me encantan los gatos, los adoro, Baldomero a sido el rey de la casa, digo a sido por que ahora la reina es Theodora una pequeña Yorkshire, que me robó el corazón en cuanto la vi., en la jaula de la tienda donde la compré (aunque yo le digo que la adopté no quiero que se traumatice la pobre). Theodora es mi pequeña niña peluda, la consentida de la casa, la que me acompaña día y noche donde vaya, la que me recibe con entusiasmo cuando vuelvo al hogar o llega eufórica si es ella la que salió de paseo con otro miembro de la familia, en resumen, estoy loca con mi “perri”.


·      Época Histórica favorita:
Pues aunque os parezca mentira mi época histórica favorita es la actual, por que siendo mujer, es cuando mejor estamos a pesar del paro y de la crisis, una mujer puede hacer cualquier cosa que se proponga, en época anteriores que nos puedan parecer por los libros más románticas y esas cosas, la mujer era un objeto o una mula de carga, o un recipiente para llevar hijos que echar al mundo, a si que me quedo con la época actual, esperando que mejore día a día , nuestra situación en el mundo.



·      Aficiones.
Pues leer, escribir, blogear, cocinar, coser y contar (que no quiero yo alargar esto más, ufff).


·      ¿Romántica o realista?
Total y absolutamente realista.

·      ¿Crees en la vida después de la muerte?
Creo que somos almas dentro de recipientes, con fecha de caducidad, luego tal vez haya que buscar otro recipiente.


·      Si tuvieras que ser un animal, a cual elegirías?

Sin duda la serpiente del jardín del Edén, para decirle a Eva cuatro cositas sobre el quejica de su “costillo.


Llegados a este punto mi misión es proponer nuevas preguntas y nominar nuevos blogs.

Mis preguntas son;

·      Personaje femenino favorito.
·      Has llorado a moco tendido con algún libro???-Cual???
·      Cual a sido tu última lectura perfecta???
·      Cual la imperfecta o soporífera???
·      Te gusta viajar???
·      Cuando eras pequeñ@ sabías lo que era la “Mirra” que trajo Baltasar???
·      Qué personaje estás deseando que mate el autor, por que te cae fatal cuando estás leyendo una historia apasionante???
·      Qué libro estás deseando leer???.

Y ahora los nominados son :

Me a costado bastante, encontrar, aquellos blogs, que tienen menos de doscientos seguidores, algunos de los propuestos casi lo rozán espero que con este “empujoncito” lleguen a esa cifra pronto. Reitero que es un juego y que no es obligatorio seguirlo ok???.

Felices Fiestas!!!!!










domingo, 16 de diciembre de 2012

Los Watson


Aunque un poco tarde, esta es mi aportación al club Jane Austen, donde me tocaba hacer un post sobre los Watsons, lo cierto es que ando un poco atareada, pues he estado unos días de viaje, tengo un catarro desde hace semanas, y mucho trabajo por realizar de cara a las fiestas, a si que sintiendolo mucho ,también he "copiado y pegado" mi anterior post, entre otras cosas por que no tengo nada nuevo que aportar de esta mujer maravillosa y su inmortal obra. Gracias a nuestra amiga Carmen, por darnos estas oportunidades, y perdonar por todo lo anterior, pero ha sido cosa, de "fuerza mayor"., 


Sin más dilación, Los Watsons:


Los Watson es conocida como una de las obras inconclusas de Jane Austen, la comenzó a escribir en 1803 y la abandonó en 1805, probablemente después del fallecimiento de su padre.
Algunos críticos, dicen que Jane pudo abandonar esta obra, porque se iba pareciendo cada vez más a lo que se podría convertir su vida. La perspectiva en el contexto de la vida de la autora es triste, pero la novela no lo es, sólo el aspecto del señor Watson, aunque también el posible futuro de las protagonistas.

El señor Watson es un clérigo viudo con dos hijos y cuatro hijas, la más joven Emma ha sido criada por una tía rica, y por consiguiente, con mejor educación y más refinada que sus tres hermanas mayores. Pero la fortuna  quiere que su tía contraiga nuevas nupcias y a raíz de ese acontecimiento Emma se ve obligada a regresar a casa de su padre.
Emma Watson, es un personaje como todos los que Jane nos tiene acostumbrados, atractiva, inteligente, sabe que ha sufrido un revés de fortuna, pues ya no tendrá la herencia de su tía, pero que no puede hacer nada y no debe sentarse y lamentarse.
Emma tiene que seguir luchando por su futuro y sabe que no puede limitarse a esperar que aparezca su príncipe azul, situación que preocupa gravemente a sus hermanas mayores, Penélope y Margaret quienes dedican su vida a “cazar” marido por todos los medios. Elizabeth, la hermana mayor, no opta por ninguna de las dos opciones, es, seguramente, la que está más llena de dudas.
Su hermano mayor y su esposa, por otra parte mantienen una extraña relación con la familia, recuerda enormemente a los personajes  Jhon y Fanny Dashwood, de “Sentido y Sensibilidad”.
También tenemos a Samuel, un hermano médico, que nunca conocemos en persona, solo por los cotilleos, habladurías y cartas, así nos enteramos de que está enamorado de la hija  de los Osborne, una gran familia con títulos, que viven cerca de los Watson.
En aquella época, dedicarse a la medicina, estaba muy mal visto entre la sociedad respetable. A si que el pobre hermano médico no tiene en principio muchas posibilidades.

Como Jane Austen no llegó a acabar la novela, nos quedamos con la duda de cómo ella le daría ese final perfecto, que todos apreciamos en sus obras, En realidad, Jane le reveló a su hermana Cassandra como iba a ser ese final, y cuales eran los planes que tenía para todos los personajes. Esta se lo explicó a sus sobrinos cuando fueron mayores, les relató el final de la historia que su tía había tenido la intención de escribir;
El señor Watson no tardaría en morir, y Emma se vería obligada a depender de su mezquino hermano Robert y de su mujer. Rechazaría una oferta de matrimonio de lord Osborne, y gran parte del interés de la obra residiría en el amor de lady Osborne por el señor Howard, que se enamoraría de Emma y terminaría casándose con ella.

Fue  una de sus sobrinas Catherine Hubback, hija de Francis, la que publicó años después su propio final, que llevó por título “The Younger Sister” (La hermana más jóven).

Aunque después se han hecho varios intentos por terminarla, John Coates, también publicó una terminación de 1957.

Joan Aiker en 1996 con " Emma Watson" .

  Helen Baker, en 2008 lo intentó de nuevo con “ Los Watson de Jane Austen y la otra señora”.

De acuerdo con la BBC World News, el 14 de julio de 2011. Sothby´s vendió el manuscrito original de Austen a la Biblioteca Bodleian por 993,250 librasesterlinas,

De todas maneras el libro no cuesta tan caro y es de los que se leen en un pis –pas. Buena lectura.


Se quien eres y di lo que sientes, porque aquellos a quienes les importa no les interesa y a los que les interesa no les importa

Jane Austen

domingo, 18 de noviembre de 2012

Cómo están Ustedesssss????




Siempre he dicho que a mi no me hacen gracia los “payasos” y sobre todo desde que vi “ It” ya es que me aterrorizan, pero cuantas veces en nuestra infancia hemos escuchado esta frase, a la que todos contestábamos sentados frente al televisor BIEEEEEN!!!!!!.
Hoy esos niños no estamos bien, hoy se nos fue uno de nuestros iconos infantiles, el que nos hizo reír en tantas ocasiones, el que nos cantaba aquellas canciones, que aún repetimos de vez en cuando, que nuestros hijos y nuestros nietos las saben gracias a que nosotros las aprendimos de uno de los hombres más amables y cariñosos, Hoy la gallina “Turuleca” no a puesto ningún huevo, por que está de luto, hoy no nos iremos a pasear en el coche de papá, por que estamos tristes, la niña que trabajaba toda la semana así, así, irá gustosa a rezar por el alma de aquel que le dio la vida.
Hoy los rayos de sol otoñales, salen más tenues, los colores son menos vivos, la tristeza se va extendiendo, hoy se ha ido “Miliki”.


Emilio Aragón junto con sus hermanos y su sobrino ( luego también su hijo Emilio) nos hicieron pasar muchas tardes de buenos ratos, Gaby con su seriedad y sus solos de Saxofón, Fofó con su sonrisa, que se nos fue demasiado pronto, Miliky, con sus canciones, y su gracia particular, eran “Los payasos de la Tele”, cuando la palabra “payaso” no significaba ningún insulto, o cuando todos sabíamos quienes eran, ahora los “payasos de la tele” son otros que no hacen ni pizca de gracia, pero de esos no quiero hablar, hoy no, hoy estoy demasiado triste, demasiado melancólica, hoy es un día de recuerdos, de aquellas tardes de pan con chocolate, y de engañar a mi madre con los deberes para que me dejase ver los payasos, de cantar sus canciones, de aprender a reír y a soñar.

 Emilio como muchos españoles de la época, tuvo que emigrar para poder trabajar, tras una estancia en Cuba, Venezuela y Argentina, regresa a España en 1972, donde al año siguiente, comienza  el programa “ El Gran Circo de TVE” pasando a ser un fenómeno sociológico en nuestro país, conocidos popularmente como dije antes como “Los Payasos de la tele”.
El programa se retiró en 1983, pero no por eso, el dejó de trabajar para los niños.
Aunque profesionalmente se había retirado de “Los Payasos”, Emilio, se dedicó a la producción discográfica, y forma un tándem artístico con su hija, Rita Irasema, juntos, grabaron varios discos y deleitaron a varias generaciones de niños con canciones como La vuelta al mundo en 30 minutos, El flautista de Hamelín, Vamos a marcarnos una canción o Superdiscoguay, aunque yo por mi edad ya me desbanqué de aquellas y las escuchaba solamente por mis hijas.

Fue también director de cine, en 1987, dirigió la película “Yo quiero ser torero” con el popular entonces “Dúo Sacapuntas.
También cultivó el género de la literatura infantil, con “La familia de los coches” (1988)

Con la llegada de la televisión privada, volvió a ponerse delante de una cámara para conducir espacios infantiles, con su hija Rita, ambos presentaron “La merienda” y la “Guardería” ( 1990-1991) en Antena3, y “Superguay” (1991-1993) En Telecinco. En 1993, recuperan “El gran circo de TVE” hasta 1995.

Tras editar sus “Memorias” (1996), Miliki y Rita, crearon el espectáculo “El circo del arte”, con el que recorrieron toda España con gran éxito.

Pero Emilio Aragón también era un hombre serio, en 2008, y con el seudónimo de “Emilio A.Foureaux” (que fue el nombre de su padre, ocultando su primer apellido), publicó “La Providencia”, una historia para un público adulto, que nos cuenta la vida de Martín, un militante de la guerrilla en la revolución cubana, que tiene que huir de una caza orquestada por Fidel Castro, en Nueva York.

 En mayo de 2012 se editó “Mientras duermen los murciélagos ”una novela acerca de la huida de la GESTAPO de unos comediantes a través de la Europa nazi.


Como veréis, fue un hombre polifacético, que cultivó casi todas las artes, pero me tendréis que perdonar si yo hoy me quedo con esta imagen en mi memoria.



Gracias por todo, Que tengas un Feliz Viaje…

viernes, 9 de noviembre de 2012

Sueños de Felicidad



Hace unos veinte días, llegó un paquete a casa con un obsequio de Price Minister, el portal de Internet, especializado en la compra-venta, de libros, entre otros artículos.
La empresa fue creada en el año 2000 y tiene su sede en París, como curiosidad en una fábrica de zeppelines de finales del siglo XIX.

El por qué este importante portal de Internet, tubo hacia mi persona la deferencia de un obsequio, es algo inusual, en estos tiempos “nadie regala nada” y tengo que confesar que cuando me apunté a esta curiosa iniciativa, no me creía en cierta forma lo del “regalo”.
Pero no, lo cierto es que el libro que elegí llegó correctamente a mi casa. Y a pesar de la “torre” de obras que tengo por leer, me puse con este, pues tenía hasta el 10 de noviembre para realizar la reseña.

El por qué elegí este libro y no otros, es sencillo de explicar, no había leído nada de Lisa See, ni conocía su obra, pero una de mis hijas está estudiando Chino en la universidad, y en casa estamos últimamente leyendo literatura de ese país o referente a él. Quizás lo hice por ella más que por mi, pero me alegro de haberlo echo, por que esta historia me a impactado.
Lisa See, es una escritora norteamericana de origen asiático, aunque en sus facciones apenas se aprecia esta realidad, Su tatarabuelo llegó a Norteamérica a mediados del siglo XIX y alcanzó a ser el patriarca de Shinatown en Los Ángeles. Un auténtico “self made man” (hombre echo a si mismo) una persona que pasó de fregar en restaurantes y cargar camiones  a regentar una fábrica de lencería para burdeles y una tienda de antigüedades. “Cuentan que fue el primer Chino con coche propio en Estados Unidos”
Quizás todos estos apuntes, identificativos no tengan su importancia a la hora de hacer una reseña, pero a mi me parece primordial conocer un poco a los autores, para poder desgranar algo de ellos en sus historias.

Lisa See nació en París, donde sus padres estudiaban, (eran tan pobres que utilizaban un cajón de armario como cuna para ella), pero se crió en Los Ángeles, en el barrio habitado por la laboriosa y humilde comunidad China. En este contexto, no sentía que hubiera salido nunca del país del que todos hablaban. Era parte de ella. Fue más tarde cuando empezó a sentir lo lejos que estaba de allí y para aplacar aquella digamos “nostalgia” geográfica, de una tierra donde nunca había pisado, decidió escribir sobre aquel mundo.
De este modo ha ido confeccionando una obra salpicada de tramas ambientadas en China, “El pabellón de las peonías”, “El abanico de Seda”, “Dos Chicas de Shangai” y su nueva novela, que es la que tratamos aquí “Sueños de Felicidad”.
La novela nos traslada al Shangai de 1957, donde una “rebelde” joven de diecinueve años  norteamericana, de origen Chino, trata de encontrar a su padre.
Mao, acaba de poner en marcha el llamado “Gran Salto Adelante”, que tiene como objetivo relanzar a la economía del país a través de una industrialización acelerada. Una megalomanía despiadada que provocó una hambruna terrible.
La autora cita en la novela, datos que hablan de más de 45 millones de muertos. Y es que muchos creímos conocer la Revolución Cultural China, pero este capítulo, como otros muchos a través de toda la historia de este mundo ha permanecido oculto, por que seamos sinceros en la actualidad de China, en Occidente, sólo sabemos “el arroz tres delicias y  los rollitos de primavera”.
Y aunque pueda para algunos parecer “morbosa” la autora nos recuerda, que en aquel periodo hubo madres que llegaron a intercambiar a sus hijos moribundos con otras madres, ¿el sentido? Os preguntareis, pues que las unas podían comerse los vástagos de las otras, en “Sueños de felicidad” se mete en la piel de una mujer que se ve en una situación tan desesperada. La única redención moral que podía obtener en su conciencia de una acción así es que al menos no se comían a su propio hijo.
Joy, la protagonista abrumada por los secretos familiares, que acaba de conocer (su tía en realidad es su madre y viceversa). Huye a Shangai para buscar a su padre biológico, el artista Z.G. Li, de quien May y Pearl (su madre y su tía) estuvieron enamoradas antaño. Deslumbrada por él, y cegada por el idealismo y los desafíos que plantea La Nueva Sociedad de la China Roja, parece ajena a los peligros que conlleva el régimen comunista.

Pearl, desolada por la huida de Joy, y aterrada por su seguridad, está decidida a salvar a su hija, cueste lo que cueste. Desde la abarrotada ciudad, hasta las aldeas más lejanas, Pearl, se enfrentará a viejos demonios y retos casi insuperables, mientras sigue a Joy , abrigando la esperanza de una reconciliación. Y no es, hasta que en uno de los más trágicos episodios, de la historia de China, donde ambas corren peligro de muerte, cuando se unen de nuevo.
Es una historia reconfortante sobre el heroico amor, entre una madre y una hija, con una investigación impecable, de la autora, y visualmente fascinante.
En la primera mitad del libro, Lisa, nos representa las privaciones a las que se verán sometidas ambas mujeres, cosas sencillas, como la pérdida del agua corriente, o el uso del sostén.
La segunda mitad, está dedicada a descubrir al lector el significado del El Gran Salto Adelante, campos de exterminio, hambruna, etc…
Lisa Lee, nos muestra su habilidad, como escritora dividiendo el foco entre Joy y sus perspectivas, y su madre y sus sentimientos. Una azarosa aventura y a la par desventura, de ambas protagonistas, nos dan una buena dosis de implicación en la lectura para quienes amamos estas tramas en las que se mezcla la verdadera historia, lo exotismo de tan lejanas tierras y algo de sentimiento en sus múltiples facetas.

Si algo tengo que reprocharme al leer esta maravillosa obra, es no haber leído antes, Dos Chicas de Shangai, por que aunque no es necesario leer la primera antes, seguramente la experiencia del libro anterior, hubiese enriquecido más si cabe, esta novela.
Sonrisas y lágrimas para leer en estas tardes lluviosas de otoño…



domingo, 28 de octubre de 2012

LA LEYENDA DE SLEEPY HOLLOW ; WASHINGTON IRVING



Se acerca Halloween, y con el, se acortan los días y se alargan las noches, la oscuridad, hace que se nos presenten, viejos fantasmas, y leyendas tortuosas, no hay nada mejor que leer cuentos de aparecidos al calor del hogar. A si que hoy vamos a comenzar por uno de mis favoritos.

 La Leyenda de Sleepy Hollow.
Cuando apareció en 1809 por el escritor norteamericano Washington Irving (1783-1859), en Europa no se tenía noticia todavía de la existencia de una literatura norteamericana. Poco después, Walter Scott, Balzac y Byron saludarían con gran entusiasmo la obra inaugural de un autor, y de una literatura, de cuyo magisterio se declararían deudores posteriormente escritores como Poe o el poeta Walt Whitman. En 1832 Irving viaja a Europa y presenta sus cartas credenciales como diplomático ante la reina Isabel II de España. Ese mismo año publica su famosa Alhambra («Cuentos y leyendas de la Alhambra»), recreación de tradiciones arábigo-andaluzas en las que la imaginación del estudioso aúna acontecimientos históricos con episodios sobrenaturales.
Personalmente, siempre de pequeña me había gustado la historia del jinete sin cabeza, y del maestro  Ichabod, Crane que aquí entre nosotros siempre me pareció un poco cobardica.
Y cual fue mi sorpresa cuando viajé por primera vez a Granada, y comprarme los “Cuentos de la Alhambra”, cuando descubrí que este autor, era el mismo de uno de mis relatos de infancia predilectos.
Todo ello, unido a que me apasionan los cuentos, y relatos, me llevó el otro día a una gran cadena de librerías, ( que no voy a nombrar por que no me pagan para ello) y me compré unos cuantos volúmenes ( esto es un vicio), entre ellos, uno de una colección que me encanta,  “Valdemar-Gótica), de la que poseo algunos ejemplares.

A si que por fin tengo mi propio volumen de este cuento, junto con otros, pues este es relativamente corto. En este volumen se han reunido algunos de los cuentos que Washinton Irving, aportó a la literatura fantástica.
“Rip van Winkle” el hombre que quedó suspendido en el tiempo durante varios años.
Leyenda de la rosa de la Alhambra” y “La leyenda del astrólogo árabe” (extraidos éstos de la citada “Cuentos de la Alhambra”).
“El espectro del novio” inspirado en una leyenda alemana.
“La aventura del estudiante alemán” un cuento ambientado en los días de la revolución francesa. Y la que nos ocupa hoy;
“La leyenda de Sleepy Hollow”, la historia de un jinete sin cabeza que aterroriza a una tranquila población rural.
La historia tiene lugar en un asentamiento holandés en el Valle Dormido, lugar de numerosas leyendas sobre fantasmas. Ichabod Crane es un profesor de escuela que se enamora de la joven Katrina Van Tassel y de su fortuna, a la que también pretende el joven y rudo Abrahán "brom bones" Van Brunt. Volviendo a su hogar tras una fiesta en casa de la familia Van Tassel, con aire alicaído, Crane es perseguido por el jinete sin cabeza (el fantasma de un soldado que perdió la cabeza por una bala de cañón durante la guerra de independencia americana). A la mañana siguiente, sólo se encuentra cerca de un puente el sombrero del profesor y los restos de una calabaza.


La leyenda fue llevada al cine en 1922, de la mano del director Edward Vebturini, y protagonizada por Will Rogers.

En 1949, Walt Disney produjo “La leyenda de Sleepy Hollow y El señor Sapo” un largometraje compuesto por dos cortos sin relación entre ellos, (vamos para rellenar) El primero inspirado en el relato del Sin Cabeza, y el otro pues si, lo habéis adivinado, sobre un sapo. Aunque es de animación, es el más fiel al relato original, incluyendo el enigmático final.

En 1999, uno de mis directores favoritos, Tim Burton, nos ofreció una nueva versión del relato, contando con la estelar actuación de Johnny Depp, como Ichabod Crane, ( que pasó de ser un feo y maltrecho profesor cobarde a un caballero apuesto, de la policía de New York, eso sí, guapo pero cobardita también).
Christina Ricci nuestra “miércoles” dio vida a Katrina Van Tassel y Chistopher Walken  en el papel del Jinete sin Cabeza.


A si que mis hijas, desde hace años la noche de Halloween, preparan palomitas, encendemos velas , y nos pasamos la noche viendo películas de las denominadas “ de miedo”, entre ellas, nunca falta, esta versión de Sleepy Hollow, que aunque no es fiel al relato original, por otro lado, nos encanta Burton, no lo podemos remediar.

Os dejo con un fragmento de este fantástico cuento.





“Era medianoche e Ichabold, alicaído y desanimado, recorría la ruta de vuelta a casa, por las laderas de las majestuosas montañas que se alzan sobre Tarry Town, y que había atravesado tan de buen ánimo aquella misma tarde. Tan sombría era la noche como su humor. A lo lejos, el Tappan Zee desplegaba su oscuro caudal de agua, tansporando el alto mástil de un balandro, o arrastrando silenciosamente un ancla por sus profundidades. En medio de aquel silencio mortal que envolvía la medianoche, podía jurar que había oído el ladrido de un perro guardián en la orilla opuesta del Hudson, pero el sonido había sido tan vago y tan débil que solo le había permitido hacerse una idea de la distancia que le separaba de aquel fiero compañero del hombre. De vez en cuando, también, el prolongado gorjeo de un gallo, que por casualidad se había despertado, sonaba a lo lejos, muy a lo lejos, procedente de alguna remota granja entre las colinas. Pero todos aquellos sonidos eran como ensoñaciones. No percibía la menor señal de vida a su alrededor, sólo ocasionalmente el melancólico cri cri de un grillo, o acaso el croar gutural de una rana de alguno de los pantanos de los alrededores, como si le costara dormir y diera vueltas en la cama.
En aquel momento, su memoria se pobló de todas las historias de fantasmas y duendes que le habían contado aquella tarde. La noche era cada vez más oscura; las estrellas parecían hundidas en el cielo y alguna que otra nube las ocultaba a sus ojos. Jamás se había sentido tan solo y taciturno. Se aproximaba además al lugar en el que habían ubicado muchas de las escenas de aquellas historias de fantasmas. En medio del camino, se alzaba un enorme tulipero, que descollaba como un gigante sobre el resto de los árboles de la zona, y que se constituía en una especia de señal. Las fantásticas ramas retorcidas del tulipero, lo suficientemente grandes para ser troncos de árboles normales, se entrelazaban casi hasta llegar al suelo antes de volver a ascender. El árbol estaba relacionado con la trágica historia del desgraciado André, que había sido hecho prisionero muy cerca de allí, y todo el mundo lo conocía como el árbol del comandante André. La gente sencilla lo veía como una mezcla de respeto y superstición, en parte a causa del pesar que les producía el destino del desventurado, en parte por las leyendas de extrañas visiones que se contaban acerca de él.

Conforme Ichabold se aproximaba a aquel tremendo árbol, empezó a silbar: pensó que su silbido había recibido respuesta, pero no había sido sino una ráfaga de viento que había recorrido a toda velocidad las ramas secas. Más cerca aún, pensó haber visto algo blanco y que colgaba del árbol. Se detuvo y dejó de silbar, pero al mirar con más atención, advirtió que era el punto en el que un rayo había caído sobre un árbol y había dejado al descubierto la blanca madera. De repente, oyó un gruñido. Los dientes le castañetearon y cayó de rodillas cobre la arena. Pero tan solo había sido el roce de una enorme rama contra otra que se había balanceado por efecto de la brisa. Pasó junto al árbol sin que nada le ocurriera, pero nuevos peligros se dibujaban ante sí.
A unos doscientos metros del árbol, un pequeño arroyo cruzaba el camino y se adentraba en una cañada boscosa y pantanosa, conocida con el nombre del pantano de Wiley. Unos cuantos troncos, a ambos lados del camino, servían como puente para atravesar aquella corriente. El otro lado de la senda, donde el arroyo penetraba en el bosque, tenía un aspecto lúgubre y cavernoso, gracias a unos cuantos robles y castaños enmarañado con parras. Cruzar aquel puente era la prueba más dura. Había sido precisamente ahí donde habían capturado al desgraciado André, y ocultos tras los castaños y las parras se habían escondido los fornidos vasallos que lo habían sorprendido. Desde entonces, aquel riachuelo estaba considerado un arroyo maldito, y miedo es la palabra que describe lo que siente un escolar que tiene que cruzarlo solo al anochecer.
Conforme se acercaba al arroyo, su corazón empezó a latir con más fuerza; con todo, hizo acopio de valor, dio unas breves palmadas al caballo en las costillas y se dispuso a cruzar con ánimo el puente. Pero en lugar de avanzar, el malvado y viejo animal hizo un movimiento lateral y se lanzó contra la cerca. Ichabold, cuyo miedo crecía a medida que corría el tiempo, tiró de las riendas hacia el otro lado, y espoleó al caballo con el pie contrario. Pero todo fue en vano: el corcel se puso en marcha, pero lo hizo únicamente para adentrarse por el lado contrario del camino, donde más espesos eran los matorrales y las zarzas. El profesor de escuela atizaba con todas sus fuerzas al viejo Pólvora, que seguía avanzando, entre relinchos y resoplidos, aunque se detuvo junto al puente de manera tan repentina que a punto estuvo de proyectar por encima de su cabeza a su jinete. En ese preciso instante, el chapoteo de unos pasos cerca del río captó la sensible atención de Ichabold. En medio de la oscuridad del bosque, en una de las márgenes del arroyo, adivinó algo inmenso, deforme, negro y gigantesco. No se agitaba, sino que parecía estar al acecho, en la oscuridad, como un inmenso monstruo dispuesto a abalanzarse sobre el viajero.

El vello del asustado viajero se erizó de terror. ¿Qué debía hacer? Era ya demasiado tarde para dar la vuelta y huir, y además, ¿acaso tenía alguna posibilidad de escapar de un fantasma o un duende, si es que aquello era tal cosa, que podía cabalgar a lomos del viento? Reuniendo, por lo tanto, algo de coraje, preguntó, tartamudeando:
-¿Quién eres?
No obtuvo respuesta. Repitió la pregunta con un tono aún más timorato, pues seguía sin recibir respuesta. Una vez más, palmeó el costado del imperturbable Pólvora y, cerrando los ojos, entonó con un fervor involuntario un cántico religioso. Justo entonces, aquel objeto sombrío se puso en movimiento y, moviéndose a saltos en medio del camino. Aunque la noche era cerrada y lúgubre, era posible adivinar en cierta manera la forma del desconocido. Parecía ser un jinete de grandes dimensiones, montado en un caballo negro de poderosa constitución. No hizo el menor gesto de pasar al ataque ni de mostrarse sociable, sino que se mantuvo distante a un lado del camino, paseándose por el costado de Pólvora, manteniéndose a la distancia idónea para que éste no pudiera verlo. El animal, finalmente, había superado su miedo y su rebeldía.
Ichabold, en absoluto satisfecho con aquella extraña compañía nocturna, y consciente del destino que habían corrido otros viajeros, apresuró la marcha, confiado en que lo dejaría atrás. No obstante, el extraño también espoleó a su caballo, que avanzaba con paso idéntico al de Pólvora. Ichabold se adelantó y se dejó caer en el camino, con la esperanza de quedarse rezagado. El otro hizo otro tanto. La desazón se apoderó del jinete; se esforzó por retomar el salmo que cantaba, pero la lengua, reseca, se le enganchaba al cielo de la boca, y no podía emitir ni una sola sílaba. Había algo misterioso y abrumador en el violento y obstinado silencio de su terco compañero. No tardó en darse cuenta de lo que era. Al ascender a un promontorio, la figura de su compañero de viaje, de una estatura sin igual y envuelto en una capa, quedó dibujada contra el cielo. Ichabold quedó petrificado al advertir que le faltaba la cabeza. Pero su horror no hizo sino aumentar al observar que aquella cabeza que debería estar sobre los hombros viajaba frente a la silueta, a lomos de la perilla de la silla. Su terror se tornó desesperación; proporcionó a Pólvora una lluvia de puñetazos y patadas con la esperanza de que, por causa de un movimiento súbito, lograría librarse de su compañero, pero el espectro se puso en marcha al tiempo que él. Y lejos cabalgaron, por terrenos de todo tipo; las piedras volaban y los cascos de los animales producían destellos con cada salto. Las ligerísimas prendas de Ichabold flotaban en el aire, mientras el jinete alargaba su largo y desgarbado cuerpo hasta superar la cabeza de su potranco, llevado por el entusiasmo de la carrera.
Habían llegado al punto del camino en el que la carretera giraba hacia Sleepy Hollow; pero Pólvora, que parecía poseído por un demonio, dio media vuelta en lugar de tomar esa senda, y se adentró en la colina que quedaba a la izquierda. Ese camino atraviesa una hondonada arenosa, cubierta por árboles durante casi medio kilómetro, cruza el famoso puente de las historias de fantasmas y bordea la verde loma donde se encuentra la iglesia encalada.

A pesar de todo, el pánico que inundaba al corcel había dado a su torpe jinete una ligera ventaja en la carrera. Sin embargo, cuando se hallaban en plena hondonada, las cinchas de la silla se desprendieron, e Ichabold notó que caían bajo su cuerpo. Las agarró a la perilla y trató de asirse con fuerza, pero fue en vano y, apenas se había sujetado del cuello de Pólvora, la silla cayó al suelo y oyó cómo los cascos de su perseguidor la pisoteaban. Por un momento, una terrible ira cruzó por su cabeza, porque era la silla de los domingos. Pero no era el momento de ocuparse de miedos menores; el fantasma estaba a punto de darle caza y (¡qué jinete más torpe era!) le costaba lo suyo mantenerse en equilibrio; a veces se deslizaba a un lado, a veces, hacia el otro, y a veces saltaba impulsado por el montículo que formaba la espina dorsal de su caballo, con tal violencia que temía que fuera a partirlo por la mitad.
Ante sí se abría un claro en el bosque con la esperanza de que no quedara ya muy lejos el puente de la iglesia. El vacilante reflejo de una estrella plateada en el caudal del arroyo le confirmó que no se equivocaba. Vio los muros de la iglesia relucir tímidamente a través de los árboles que divisaba a lo lejos. Recordó el lugar en el que había desparecido el fantasmal perseguidor de Brom Bones. “Si pudiera llegar al puente-pensó Ichabold-, estaré salvado”. En ese momento, oyó como casi se abalanzaba sobre él el negro corcel y notó la respiración del animal a su espalda, e imaginaba que podía sentir el cálido aliento de éste. Otro taconazo en las costillas, y Pólvora se puso a correr hacia el puente. Tronó al recorrerlo, Había llegado al otro lado. Y entonces Ichabold lanzó la vista atrás para ver si su perseguidor se iba a desvanecer, según la leyenda, en un destello de fuego y azufre. Y el fantasma se irguió sobre los estribos y lanzó su cabeza contra Ichabold, que trató de esquivar aquel terrible proyectil, pero lo hizo demasiado tarde. Impactó contra su cráneo con un choque terrible. Cayó de cabeza. Y Pólvora, el corcel negro y el jinete fantasma desaparecieron en un torbellino.

A la mañana siguiente, encontraron el viejo caballo sin silla y con la brida bajo sus patas, pastando tranquilamente en la puerta de su señor. Ichabold no llegó a la hora del almuerzo. Llegó la hora de la cena, e Ichabold tampoco apareció. Los chicos se reunieron en la escuela y recorrieron los bancales del arroyo, pero no dieron con el maestro. Hans Van Ripper empezaba a estar algo inquieto por el destino del pobre Ichabold… y por el de su silla. Peinaron la zona y, tras una diligente investigación, dieron con el rastro. En un lugar del camino, que conducía a la iglesia, hallaron la silla pisoteada. Las huellas de los cascos de los caballos penetraban profundamente en la senda, y-sin duda a una velocidad vertiginosa-llegaban hasta el puente. Al otro lado, en el bancal de la parte más ancha del riachuelo, donde el agua era más profunda y adoptaba un tono negruzco, encontraron el sombrero del desdichado Ichabold, y a su lado una calabaza hecha pedazos.”