lunes, 20 de junio de 2011

Cuentos Azules.

Hace algunos años, en una etapa de mi vida en la que mis hijas, siempre me pedían que les leyera un cuento distinto cada día, se me ocurrió, escribir mis propias historias, para alegrarles los sueños, tanto es así, que aún hoy día, hablan de mis personajes y de mis cuentos, como si de los mismos hermanos Grimm se tratase, y claro, cuando hablan con amigos de esto, siempre me toca ir al ordenador, sacar copias de aquellos cuentos y repartirlos por esos mundos.

Fue idea de mi hija Luan, de que los empezase a poner en el blog, ella sabe, que mi única pretensión al escribir, es dar a conocer a las personas, y nada tiene que ver, con publicaciones, Bet Seller y demás,. Cosa que claramente nunca me sucederá pues yo, escribo de los más “normalito”, pero para uso y disfrute de todos mis lectores, y para celebrar que he llegado a las 10.000 entradas en menos de un año (aunque de comentar poco, que parece que les da vergüenza o algo jejeje). Pues os dejo otro de mis llamados “cuentos azules”, del cual habéis leído ya, el de “Un príncipe azul”. Espero que os guste, tanto como a mí el escribirlo y dedicárselo a mi hija Nelly, cuyo cuento favorito, a sido siempre este.
 LA PEP-COLA
Nolo, fue hacía la nevera, corriendo como cada tarde al volver del colegio, se preparó un bocata de salchichón y para beber, cogió un bote de PepCola.
    Al tirar de la anilla, comenzó a salir un humo azul, acompañado de un ceceante silbido. Nolo pensó que aquel refresco estaba estropeado y miró la fecha de caducidad.
    “Abrir en el siglo veintiuno”, y no encontró el código de barras, por ninguna parte.


    _ ¡Qué raro! _ Pensó Nolo _ será mejor que la vacíe en el fregadero por sí las moscas.
    Pero el vapor azul empezó a crecer y a crecer y se convirtió en una especie de Schwarzenegger con medio cuerpo, llevaba una coleta ridícula en medio de una gran calvorota y unos grilletes de oro, en sus muñecas. Nolo se quedó atónito, menuda bronca le iba a echar su madre, por abrir aquel bote. Se tendría que inventar una buena “trola”.
    Aquella cosa, de repente se puso ha decir con voz del capitán “Spock”.
    _ ¿Sí, mi amo?

    Nolo se quedó con la boca abierta, de tal modo que una mosca despistada, que pasaba por allí, pensando que era un garaje se metió dentro. En consecuencia el pobre niño empezó a toser y toser. Por fin la mosca salió despedida estrellándose contra la encimera de la cocina.
    Una vez recuperado de la impresión y de la intrusión, Nolo preguntó muy fino:
    _ ¿Quién porras eres tú?
    _ ¡Un genio! _ Contestó la cosa azul.
    _ No me tomes el pelo, ¿Un genio en una lata de refresco?
    _ Si, ya ves, como ahora las lámparas no se llevan.
    _ Y por que me has llamado amo, yo, solo soy un niño.
    _ Por que has sido la persona que me ha liberado, y te puedo conceder un deseo.
    _ ¿Un solo deseo? Pues vaya birria de genio, el de Aladino concedía tres.
    _ Bueno es que el genio de “Al” era de primera clase y yo solo soy un aprendiz.
    _ ¡Pues vaya gracia! Para una vez que me sale un genio, resulta que es un novato.
    _Pero... te puedo traer mucho oro, piedras preciosas, un palacio...
    _ ¡Si, para que venga hacienda y me lo embargue! No te digo. Además soy un niño, ¿O es  que no te has dado cuenta?
    _ Eso me parecía, pero como a mi todos los humanos me resultan igual de bajitos...
    _ Ja... Ja... Si quieres que me enfade lo estas consiguiendo, ¿Me estás llamando enano?
    _ No mi amo, no se me ocurriría. Tus deseos son órdenes, dime lo que quieres y te lo traeré.
     Un abanico de posibilidades, se abrió en la mente de Nolo. Podría tener todo lo que quisiera en un solo deseo. Pero... que podía pedir que ya no tuviese.
Pediría una bici, no unos patines, no... ¡Uf! Qué difícil iba ha resultar esto.
    _ Genio, tráeme una vídeo consola.
    _ ¿Una “vidrio” qué?
    _ Vídeo, no “vidrio”. Vídeo consola, con muchos videojuegos, todos los del mercado.
    _ El pobre genio se quedó anonadado.
    _ Es que... no sé que es una “Vidrio” eso... Y no te lo puedo conceder, ¿De verdad que no prefieres un yate? ¿O un cochazo? Estoy en la onda y sé qué una entrada para un partido de liga te haría mucha ilusión ¿Verdad?
    _ ¡No! O la vídeo consola o nada, a ver si no me la quieren comprar mis padres y encima tú, tampoco me la quieres regalar. ¿No soy tu amo? Pues hala... A por ella.
    Hubo un remolino de viento, procedente de la ventana y el genio desapareció, Nolo se quedó solo en la cocina. Cuando llegó su madre no le comentó nada.
    Seguramente el salchichón tenía demasiada pimienta y le debía de haber producido alucinaciones, aunque pensó que los genios de ahora no son como los de antes.
    Por la mañana, mientras desayunaban, su padre les comentó el extraño suceso que venía en el periódico:


    “Ayer por la tarde, en los almacenes Sta. Rita. Un tipo enorme de color azul pitufo, le había entregado a la cajera, un diamante de un kilo, en pago por la vídeo consola "Pega Ride” con sus respectivos vídeo juegos. La señorita viendo que aquel tipo se parecía sospechosamente a un antiguo novio suyo, le denunció a la policía. Siendo este detenido y pasado a disposición judicial bajo sospecha de robo internacional de joyas y... Bla... Bla... Bla...”

    Decididamente los genios de ahora no son como los de antes.


martes, 14 de junio de 2011

Falling Angel

“Era viernes trece y la nieve caída el día anterior perduraba en las calles como los vestigios de una maldición. Fuera, la gente se hundía hasta los tobillos en el fango. Al otro lado del la Séptima avenida, un desfile machacón, incesante, de titulares armados con bombillas eléctricas bordeaba la fachada de terracota del Times…”


Tengo que confesar que debido a la oleada, de vampirismo, y hombres lobos que nos vienen atacando de un tiempo a esta parte, cada día me quedan menos ganas de leer cosas nuevas sobre misterios que es uno de mis favoritos.
Si Bram Stoker levantase la cabeza no se que pensaría de la saga Crepúsculo y sus consecuencias. Pero como esta entrada la quiero dedicar al “Desafío 10 misterios”. Voy a hablar de uno de mis libros favoritos sobre el tema. Aunque difícil de catalogar, es una mezcla entre misterio, esoterismo, misticismo y quizás un poco de humor negro, todo ello mezclado entre una nube densa y oscura.

Falling Ángel escrita por William Hjortsbeg y llevada a la gran pantalla en 1987 por Alan Parker con el título de Ángel Heart.


La trama comienza en la gran manzana, en 1955, Harry Angel, un investigador privado poco ortodoxo en sus métodos, es contratado por un francés algo siniestro y misterioso llamado Louis Cyphre para localizar a un famoso cantante herido en la segunda guerra mundial, llamado Johny Favourite.
 Cyphre quiere encontrarlo para que le pague una deuda que contrajo con el, años atrás.
Ángel, pronto se verá atrapado en una trama oprimente y peligrosa, en la que religiones y cultos parecen jugar un papel relevante ante la desaparición de Favourite.
 Los papeles del hospital donde Favourite fue ingresado, están falsificados, y al parecer dos individuos, se lo llevaron en un coche, Angel descubre que lo inicialmente parecía un caso más, se está convirtiendo en un complot cuyos intereses no acaba de comprender. Las pistas le llevan hasta Nueva Orleans, donde se ve envuelto en un mundo insospechado, sobre satanismo y vudú, donde conocerá a Epiphany Proudfoot por la que se sentirá irremediablemente atraído.Epiphany es la hija de una sacerdotisa que fue amante de Favourite.
Pero nada es lo que parece, la muerte de todas las personas relacionadas con el caso, no deja indiferente a Angel que siente que poco a poco se va acercando a la verdad  y esta al final desemboca en un final insospechado donde todos los enigmas se verán resueltos.


Si el libro es maravilloso, la película no te deja indiferente, mi escena favorita es Cuando Robert de Niro que interpreta el papel de Louise Cyphre, le quita poco a poco la cáscara a un huevo con unas uñas largas y cuidadas, y donde le cuenta a Angel que en algunas culturas, el huevo simboliza el alma, mientras lo engulle entero.


jueves, 9 de junio de 2011

Northager Abbey

… deberá usted preparase para soportar los horrores que, según las novelas, suelen rodear este tipo de  edificios… debe usted tener en cuenta que cuando una señorita visita por primera vez una vivienda como ésta suele ser alojada lejos del resto de la familia. Mientras los miembros de ésta se retiran a descansar a estancias recogidas y cómodas, la invitada, conducida por una anciana ama de llaves, se dirige hacia una escalera distinta y, a través de lóbregos pasillos, hacia un aposento que lleva veinte años sin que mortal alguno lo habite, probablemente desde que murió en él algún antepasado…


Esta novela fue la primera de las novelas de Jane Austen que estuvo preparada para su publicación, aunque antes había comenzado a trabajar en Sense and Sensibility y Pride and Prejudice. De acuerdo con el memorándum de Cassandra Austen, Susan, como fue llamada en un principio,( nada que ver con Lady Susan, novela corta epistolar, de la que hablaré en otra ocasión.)  Northager Abbey, se escribió entre 1798-1799.
Se revisó para la imprenta en 1803, y se vendió ese mismo año por diez libras a un vendedor de libros de Bath, Crosbie & Co., quién quiso el destino que la abandonara en uno de sus estantes durante varios años, después de los cuales fue revendida al hermano de la autora, Henry Austen, por la misma suma que el había pagado al principio, desconociendo que la escritora era ya la autora de cuatro populares novelas. (Claramente no estaba al día de los gustos literarios de la época o le importaba muy poco al menos). La novela fue revisada nuevamente antes de su publicación que lamentablemente fue póstuma.


La historia nos narra las aventuras de una jovencita a la que le apasiona leer novelas góticas, llenas de misterio, mansiones encantadas, romances y demás elementos, que alimentaban su imaginación con ideas un tanto fantasiosas. Los señores Allen, vecinos, la invitan a pasar una temporada con ellos en Bath, donde podrá acudir a bailes y socializar con gente refinada.
Allí conocer a Henry Tilney, un simpático joven, del que ella acaba enamorándose. A su vez, hace una amiga, Isabella Thorpe, coqueta y manipuladora, cuyo hermano Jhon, amigo del hermano de Catherine, se interesa por ella.

El general Tilney, un hombre severo y de carácter frío, la invita a pasar con ellos un tiempo en su hogar (creyéndola rica heredera). En la Abadía que da titulo a la novela, lugar en el que Catherine ha imaginado como salido de una de sus novelas góticas favoritas. Pero pronto, tendrá que poner los pies en la tierra.


Esta novela es la más divertida y mordaz de Jane Austen. Narrada desde la primera frase con total ironía y sentido del humor, se pasan las páginas volado y soltando más de una risa o carcajada.

Cierto es, que el título desconcierta, porque parece una historia como “Los misterios de Udolfo” de Ann Radcliffe, que se hace referencia en la novela, pero  la verdad es que poco o nada tiene que ver, la autora  traviesa, desmitifica los tópicos de este tipo de libros, es como nuestro Cervantes y Don Quijote de la Mancha, y los libros de caballería.





miércoles, 1 de junio de 2011

UN PRINCIPE AZUL


                   Érase una vez un príncipe azul, pero no un príncipe de esos de los cuentos, que luego no son azules ni nada, este era azul, como el cielo cuando estaba de buenas y marino cuando se encontraba de malas.
          El príncipe, estaba un poco harto de ser así, multitud de princesas querían casarse con él, aunque claro, pensaban que sus futuros hijos, serian como el Pendón Real, a rayas azules y blancas
          El caso, es que el príncipe, contaba con tres hadas madrinas, estas, eran un poco picaruelas, y algunas veces, tomaban a broma su condición de Azul.
         Ocurrió que, un buen día, una princesa pasó por el reino, buscando un marido que le ayudara a gobernar su país, cuando conoció a Azul, se enamoró perdidamente de él, pero al tratar de acercarse, un sarpullido, le subió por todo el cuerpo.

          Llamaron a los galenos más famosos, pero ninguno supo por qué la princesa tenía alergia al príncipe, y lo que es peor, nadie le daba ningún remedio.
          Por fin, las tres hadas madrinas, dieron con la solución.
         Si la princesa conseguía tres cosas por las que se amara, y se odiara a la vez, podría estar junto a su amado, sin ningún problema. Pero claro, tampoco iba ha resultar tan fácil, aunque las hadas le dieron algunas pistas.
         El hada Rubí, dijo que una de las cosas sería igual que la piedra que colgaba de su cuello y que ella misma había tomado como nombre. El hada Esmeralda propuso que buscase algo verde y el hada Topacio se decidió por el color amarillo.
         Así pues, la princesa se puso a buscar y buscar, por todos los rincones, por los altos y los bajos, entre libros y cazuelas. Pero nada, no tuvo suerte, y al cabo de cierto tiempo, se le agotó la paciencia.
         Azul estaba desesperado, pues el también amaba a la princesa y le apetecía mucho gobernar en su bonito reino, pero su sarpullido le ponía de los nervios, así que solo hablaban a través de un artilugio, que en el futuro se llamaría “Teléfono celular”, pero que en este tiempo simplemente le decían “Cachivache”.

         Pasaron unas cuantas semanas, y la princesa se hallaba muy ocupada bordándose el ajuar a punto de cruz, cuando se pinchó con la aguja. De su dedo brotaron unas diminutas gotas de sangre. Entonces el hada Rubí se apareció de repente asustando a la princesa.

         _Veo que ya has encontrado una de las tres cosas que hacen que se ame y se odie a la vez.
         _ ¿Esto? – Preguntó la joven asombrada.
         _ ¡Si! _ Contestó Rubí _ El poder de la sangre, a veces hace que se odie y se ame a la vez.
         _ ¡Oh!- exclamó la princesa, y contenta con su hallazgo se apresuró a llamar a su amado a través del “Cachivache” y este se puso loco de contento.
         Otro día, la princesa, mirando por la ventana, sintió envidia de los pájaros, que con sus revoloteos y trinos alegraban la tarde; y le pareció como si su tez, se fuese poniendo verde.

          Llegó el hada Esmeralda y le dijo:
         _Veo que has encontrado otra de las tres cosas que hacen que se ame y se odie a la vez.
         _ ¿Esto? _ Preguntó la joven asombrada (otra vez).
         _ ¡Sí! _ Contestó Esmeralda, es la envidia y su poder hace que se ame y se odie a la vez.
          _ ¡Oh! _ Exclamó la princesa, feliz y contenta, y cogiendo el “Cachivache” habló con el príncipe largo y tendido.
         Azul se sentía feliz, porque su amada había encontrado ya dos de las cosas que necesitaba para casarse con él, pero aún le faltaba una y hasta encontrarla su felicidad no sería completa. Así que mientras esperaba le mandó un anillo de oro en prueba de su amor.
         Cuando la joven lo recibió, se presentó Topacio y le dijo:

         _ Veo que tienes en tus manos la tercera cosa que hace que se ame y se odie a la vez.
         _ ¿Esto? _ Preguntó la princesa (como os habréis dado cuenta esta era muy cortita y como las hadas siempre repetía lo mismo).
         _ ¡Sí! _ Contestó Topacio el oro quizás sea la más importante de las tres, por obtenerlo se ama y se odia a la vez.
         _ ¡Oh! _ Volvió a repetir la princesa _ llamaré a Azul en el acto.
         Y usando el “Cachivache” habló con su amado hasta quedarse sin saldo. (El saldo son los doblones, que te cuesta mantener el “cachivache”).
         Así, que una vez resuelto el problema, y tras el papeleo que supone una boda de tan alta envergadura. Azul se casó con su princesa y esta se pudo poner bien cerca del joven, que no le salía sarpullido ni nada, aunque en ocasiones este empezaba a tener un tono más oscuro y entonces la princesa se iba de compras.
         Pasado el tiempo, el reino se empobreció, pero Azul y su esposa, patentaron el “Cachivache” y se hicieron multimillonarios.


Ufff!!! esos ojos azules que me vuelven loca