sábado, 29 de septiembre de 2012

Cae la lluvia…



Ha comenzado el otoño, mi estación favorita, será por que mi alma en el fondo es melancólica y se siente bien en otoño, los colores rojizos, los árboles que se desnudan, los paseos llenos de hojas crujientes, las primeras lluvias…
Quizás sea este fenómeno meteorológico el más nostálgico de todos, el que inspira la pluma de los poetas, el que te hace soñar con vidas pasadas, o futuras, Quién en los días de lluvia, no se quede extasiado perdido en sus pensamientos, mirando una ventana, donde la lluvia se estrella en un millón de pequeños diamantes, que desaparecen al instante??? Quién no añora en los días de otoño a un ser querido, un viaje soñado, o un amor prohibido…Quién no repite sus poemas favoritos, como si fuese ayer mismo cuando los hubiese leído????


Decía Julio Cortazar “En el aplastamiento de las Gotas”

“Yo no sé, mira, es terrible cómo llueve. Llueve todo el tiempo, afuera tupido y gris, aquí contra el balcón con goterones cuajados y duros, que hacen plaf y se aplastan como bofetadas uno detrás de otro, qué hastío. Ahora aparece una gotita en lo alto del marco de la ventana; se queda temblequeando contra el cielo que la triza en mil brillos apagados, va creciendo y se tambalea, ya va a caer y no se cae, todavía no se cae. Está prendida con todas las uñas, no quiere caerse y se la ve que se agarra con los dientes, mientras le crece la barriga; ya es una gotaza que cuelga majestuosa, y de pronto zup, ahí va, plaf, deshecha, nada, una viscosidad en el mármol.

Pero las hay que se suicidan y se entregan enseguida, brotan en el marco y ahí mismo se tiran; me parece ver la vibración del salto, sus piernitas desprendiéndose y el grito que las emborracha en esa nada del caer y aniquilarse. Tristes gotas, redondas inocentes gotas. Adiós gotas. Adiós.”


Y es cierto, es terrible como llueve, cómo el agua, tan necesaria, rompe y destruye a su paso todo lo que el hombre a creado, tal vez, por que la naturaleza, rabiosa, quiere vengarse de esta manera de el trato recibido pero  yo prefiero pensar como el gran Federico García Lorca en su poema “Lluvia”

La lluvia tiene un vago secreto de ternura,
algo de soñolencia resignada y amable,
una música humilde se despierta con ella
que hace vibrar el alma dormida del paisaje.

Es un besar azul que recibe la Tierra,
el mito primitivo que vuelve a realizarse.
El contacto ya frío de cielo y tierra viejos
con una mansedumbre de atardecer constante.

Es la aurora del fruto. La que nos trae las flores
y nos unge de espíritu santo de los mares.
La que derrama vida sobre las sementeras
y en el alma tristeza de lo que no se sabe.

La nostalgia terrible de una vida perdida,
el fatal sentimiento de haber nacido tarde,
o la ilusión inquieta de un mañana imposible
con la inquietud cercana del color de la carne.

El amor se despierta en el gris de su ritmo,
nuestro cielo interior tiene un triunfo de sangre,
pero nuestro optimismo se convierte en tristeza
al contemplar las gotas muertas en los cristales.

Y son las gotas: ojos de infinito que miran
al infinito blanco que les sirvió de madre.

Cada gota de lluvia tiembla en el cristal turbio
y le dejan divinas heridas de diamante.
Son poetas del agua que han visto y que meditan
lo que la muchedumbre de los ríos no sabe.

¡Oh lluvia silenciosa, sin tormentas ni vientos,
lluvia mansa y serena de esquila y luz suave,
lluvia buena y pacifica que eres la verdadera,
la que llorosa y triste sobre las cosas caes!

¡Oh lluvia franciscana que llevas a tus gotas
almas de fuentes claras y humildes manantiales!
Cuando sobre los campos desciendes lentamente
las rosas de mi pecho con tus sonidos abres.

El canto primitivo que dices al silencio
y la historia sonora que cuentas al ramaje
los comenta llorando mi corazón desierto
en un negro y profundo pentagrama sin clave.

Mi alma tiene tristeza de la lluvia serena,
tristeza resignada de cosa irrealizable,
tengo en el horizonte un lucero encendido
y el corazón me impide que corra a contemplarte.

¡Oh lluvia silenciosa que los árboles aman
y eres sobre el piano dulzura emocionante;
das al alma las mismas nieblas y resonancias
que pones en el alma dormida del paisaje!




Después de la tormenta, siempre llega la calma, las nubes se retiran dejando un ambiente limpio y puro, si aún el astro rey, está en nuestro hemisferio podemos admirar sus rayos maravillosos, si por el contrario es la luna la que nos observa , la podemos contemplar nítida y radiante… entonces es cuando recuerdo lo que Jorge Luis Borges, escribe sobre la “Lluvia”…

Bruscamente la tarde se ha aclarado
Porque ya cae la lluvia minuciosa.
Cae o cayó. La lluvia es una cosa
Que sin duda sucede en el pasado.

Quien la oye caer ha recobrado
El tiempo en que la suerte venturosa
Le reveló una flor llamada rosa
Y el curioso color del colorado.

Esta lluvia que ciega los cristales
Alegrará en perdidos arrabales
Las negras uvas de una parra en cierto

Patio que ya no existe. La mojada
Tarde me trae la voz, la voz deseada,
De mi padre que vuelve y que no ha muerto.



Cuando éramos pequeñas, cantábamos en el corro, “ El patio de mi casa, es particular, cuando llueve se moja, como los demás”… pero la lluvia siempre nos provoca más tristeza que alegría, a no ser que seamos labradores, entonces, la lluvia será un milagro que nos envía nuestra diosa naturaleza, para paliar las sequedad de los campos, para lavar el polvo de las hojas de los árboles, para llenar nuestros ríos, lagos y arroyos, para que salte cantarina por las piedras de las montañas, o como escribía  Gabriela Mistral, para que baje lenta y medrosa… en su “Poema de la Lluvia Lenta”


Esta agua medrosa y triste,
como un niño que padece,
antes de tocar la tierra
desfallece.
Quieto el árbol, quieto el viento,
¡y en el silencio estupendo,
este fino llanto amargo
cayendo!
El cielo es como un inmenso
corazón que se abre, amargo.
No llueve: es un sangrar lento
y largo.
Dentro del hogar, los hombres
no sienten esta amargura,
este envío de agua triste
de la altura.
Este largo y fatigante
descender de aguas vencidas,
hacia la Tierra yacente
y transida.
Llueve… y como un chacal trágico
la noche acecha en la sierra.
¿Qué va a surgir, en la sombra,
de la Tierra?
¿Dormiréis, mientras afuera
cae, sufriendo, esta agua inerte,
esta agua letal, hermana
de la Muerte?


Y supongo que cuando llueve tan fuerte que el cielo parece un cristal rayado, o que en los cristales, las gotas, se escurren como lágrimas, y las nubes y el viento arrecian, es una tarde en la que la vuelve la Melancolía y las gotas con su ritmo nos repiten, clin, clan, ¿recuerdas?, clin  clan Siempre llueve así, clin, clan, ¿recuerdas?, No puedes salir…
Y nuestros cerrados sentimientos, se abren con  esta lluvia y esta cae, y cae, sobre el techo del hogar, y tras la ventana, estamos solos, y la lluvia nos acuna, con su ritmo de nana, tip, tap, tip, tap…. Y entonces como decía el poeta, nos gustaría vivir en una casa de cinc, para aprender el lenguaje de la lluvia…

Pero lo mejor de las tardes de lluvia, es ese Recuerdo Infantil, que aún tararea dentro de nuestra cabeza…

Una tarde parda y fría
de invierno. Los colegiales
estudian. Monotonía
de lluvia tras los cristales.

Es la clase. En un cartel
se representa a Caín
fugitivo, y muerto Abel,
junto a una mancha carmín.

Con timbre sonoro y hueco
truena el maestro, un anciano
mal vestido, enjuto y seco,
que lleva un libro en la mano.

Y todo un coro infantil
va cantando la lección:
«mil veces ciento, cien mil;
mil veces mil, un millón».

Una tarde parda y fría
de invierno. Los colegiales
estudian. Monotonía
de la lluvia en los cristales.

Antonio Machado.

martes, 18 de septiembre de 2012

Mis Dioses Han Muerto en Missisippi.




Siempre me han gustado las historias sobre los esclavos del Sur, de los EEUU, unas de mis lecturas preferidas son sobre ese tema, cuando era pequeña la Cabaña del Tío Tom, me hizo preguntarme muchas cosas sobre los hombres de otro color, que yo solamente veía en las películas de Tarzán, donde un enorme Johnny Weissmüller, salía pegando berridos y saltando de liana en liana.
Ni siquiera mi rey mago favorito Baltasar, era negro de verdad, era como todos “pintado”, y en ocasiones se parecía sospechosamente a mi vecino o a mi primo, pero seguramente eran solo conjeturas de mi corta edad.

Rey más falso, que un billete de dos euros.
La primera vez que vi una persona de Color ( Afroaméricano) fue a los doce años en Toledo, estaba yo con mi madre esperando el autobús, cuando se paró un cochazo, con un tiarrón negro, guapísimo que nos preguntó por la plaza de Zocodover, y luego me regaló una maravillosa sonrisa, con unos dientes blancos como la nieve.

Ni que decir tienen que cuando pasaron por televisión la serie “Raices” no me perdí ni un capítulo.

El caso es que cuando con 17 años me fui del pueblo a trabajar a Madrid, con mi primer sueldo me compré mi primer libro de verdad, no es que hasta entonces hubiese tenido libros imaginarios, no, pero eran cuentos, cómics, libros de joyas literarias, de los cinco, etc… pero este era de verdad, grande, 642 páginas sin ningún dibujo, con letra pequeña, en fin, un libro.

El pobre está algo ajado por el uso, por que lo he leído un montón de veces, y ahora lo he vuelto a leer, por que me encanta.
Mis Dioses Murieron en Mississippi, de Frank Yerby.

Este novelista nacido en Georgia, y afincado desde los años cincuenta en Madrid, debido a la discriminación racial, fue el primer escritor de color, que consiguió que una de sus novelas fuese llevada al cine “Foxes of Harrow” que en español se tradujo por “ Mientras la ciudad duerme”, los españoles y la manía de cambiar los títulos…
Casi todas sus obras tratan de los problemas humanos surgidos del conflicto social, tratados desde los más variados enfoques. Por eso, en sus novelas están reflejados crudamente, sinceramente, sin partidismo. Leyendo sus obras no se sabe si condena o defiende el racismo.
Mis dioses han muerto en Mississippi, es la apasionada y emotiva historia de Hwesu, un joven africano vendido como esclavo en el Sur de los Estados Unidos, antes de la guerra de Secesión, y de la historia de la mujer que, en contra de su propia voluntad, ama a Hwesu, la bella y compleja Pamela Bibbs, educada en el Norte, dueña de una extensa plantación, llamada Ingrama´s Crest.
Exclavos del Sur, Recogiendo Algodón
 Hwesu, al que todos llaman “Wes”, había nacido en Dahomey, y era príncipe de su nación, orgulloso de su pueblo, de su nobleza y de sus dioses, fue apresado en las costas africanas y vendido como esclavo.
Es comprado por los Bibbs, desde el principio Wes destaca por su físico privilegiado, pero también por sus aparentes poderes mágicos, que no son otros que una potentísima capacidad hipnótica, un oído agudísimo educado en la selva, una profunda intuición psicológica, y una astucia sin límites; además de un inquebrantable orgullo de raza.
Wallace Bibbs, el cabeza de familia, queda inmediatamente impresionado por aquel negro gigantesco que todo lo adivina y todo lo soluciona; no así Bob “ el guapo” Bibbs, su hijo menor, calavera, jugador, borracho de racismo cruel, casado con Pamela Ingraham, joven de muchísimo carácter y sensualidad reprimida, educada en el norte y separa de su marido.

Entre la joven divorciada blanca y el negro de Dahoney nace una ambigua relación, Pamela no puede zafarse de la atracción física que le despierta Wes y que ella intenta reprimir con todas sus fuerzas; y Wes siente por Pamela una íntima confusión.
Pero Wes desprecia todo lo que no sea negro, realmente negro. Y la única razón de los actos de Wes es la llegada del día de que esté suficientemente preparado para huir a los Estados del Norte.
Pamela, a raíz de su pasión por Wes y el consiguiente despecho por la frialdad de éste, y su boda con Phoebe, una bellísima negra, comienza a adquirir sentimientos esclavistas. Y demuestra ser capaz de esgrimir el látigo con una fuerza y una crueldad superiores a las de un capataz.
Durante su noche de bodas, Wes es herido gravemente y su mujer violada, por lo que después la joven se suicida.
Entonces Wes planea la fuga más espectacular de la historia y vuelca su terrible venganza sobre sus opresores.


Esta novela, nos sitúa en torno al conflicto entre amo y esclavo, nos presenta una multitud de caballeros sureños, pariente pobres, esclavos y pillos, todos ellos vívidamente retratados.
Fran Yerby, mientras seduce al lector hacia las escenas finales, de hostilidad y rescate, sigue una trayectoria en la que se dan constantes sorpresas y cambios radicales, en esta narración centrada en un destino brutal.
Para los amantes de las novelas fuertes y pasionales.


sábado, 15 de septiembre de 2012

Mirror, Mirror…



 Espejito, espejito… Quien es la más bella del reino????

Con solo leer esta frase, ya sabéis, a que cuento y personaje se trata, pero  para los “pocos” que anden despistados, pues sí, es la mítica frase de la madrastra de Blancanieves.
Schneewitchen, o Blancanieves, es el personaje central de un cuento de los denominados “de hadas”, mundialmente conocido. La versión más popular, es la de los hermanos Grimm.
Hay versiones para todos los gustos, desde la típica con manzana y espejo, pasando por la de cintas y peine envenenado, en algunas los amigos de Blancanieves, son duendes, en otros enanos…
La historia comienza casi siempre por el consabido “Érase una vez”… una reina que, cosiendo junto a la ventana, se pinchó en el dedo y vio como la sangre cayó sobre la nieve. Fue entonces cuando deseó tener una hija con la piel blanca, los labios rojos y el pelo negro. Y su deseo se cumplió, naciendo la princesa Blancanieves. Pero, la reina murió después del parto y el rey se volvió a casar, con una hechicera tan bella como poderosa, que no se separaba ni un solo instante de su mágico espejo.


Gracias a la investigación del historiador de Lohr. Dr, Karlheinz Bartels, sobre el cuento de Blancanieves, y los Siete Enanitos, la pintoresca localidad, a orillas del río Meno, en la Franconia alemana, puede sentirse orgullosa de haber visto nacer, en 1729, a María Sophia Margaretha Catharina von Erthal, personaje real (de larguísimo nombre) que inspiró el literario de Blancanieves.
La cantidad de evidencias y puntos de conexión con las características de Lohr y sus alrededores prueban, desde 1986, esta peculiaridad del famoso cuento de los hermanos Grimm, lo que hace que destaque frete a la mayoría de los relatos infantiles.
También nos da la pauta para pensar lo que muchos estudiosos del tema vienen diciendo desde hace tiempo, los hermanos Grimm, no escribieron realmente los relatos y cuentos, si no que fueron “recopilando” aquellas historias y leyendas populares que les contaban por donde quiera que fuesen.
El caso es que el padre de la niña que, por diversas circunstancias, devino a la ficción de Blancanieves, fue Philipp Christoph von Erthal , Condestable del territorio de Kurmainz en Lohr. Por sus dotes diplomáticas, viajaba frecuentemente como enviado en misiones especiales, (como un ministro de asuntos exteriores actual) Por eso, tuvo la oportunidad de relacionarse con emperadores, reyes y reinas de toda Europa. De ahí que, en la imaginación de los habitantes de Lohr, los “von Erthals” tuvieran todas las características de una familia real.
Castillo de Lohr
La residencia de la familia era el castillo de Lohr. Tras la muerte, en 1741 de la madre de María Sophia, el padre se casó el 15 de mayo de 1743, con Claudia Elisabeth María von Venningen, nacida Condesa Imperial de Reinchenstein. (La madrastra).
Esta singular mujer, de carácter autoritario, aprovechó las frecuentes ausencias de su marido para favorecer sus propios intereses.
La principal prueba de que Blancanieves sería natural de Lohr, es precisamente el “Espejo Mágico “. Este impresionante y rico cristal de 1. 60m de altura, aún se puede admirar en el museo de Spessart en el castillo de Lohr que perteneció a los padres de Blancanieves. El espejo procede de la Manufactura de Cristal de Lohr, fundada en 1698, dicha fábrica adquirió fama y prestigio en toda Europa, no sólo por su delicada y refinada artesanía, sino porque las materias primas que utilizada para la fabricación del vidrio procedían entre otros lugares de España, el carbonato sódico, conocido como ceniza de soda o sosa, era importado de Alicante ( los amigos de esta tierra a lo mejor no sospechaban siquiera que parte de sus recursos, fueron a parar a este espejo conocido en toda la literatura mundial).
Espejo del Castillo de Lohr.
Al contrario que en el cuento, el espejo fue regalo del padre de Blancanieves a su segunda esposa y hablaba, como muchos de los espejos fabricados en Lohr… ( ahora ya no os lo podéis creer), el caso es que estos espejos, llevaban en la leyenda de sus marcos, unos curiosos aforismos, pero también tenían unas extrañas propiedades acústicas, que al parecer hacen que, al hablar cerca de ellos, la reverberación haga que resuenen las palabras.
 Así mismo, se ha comprobado, que “los siete enanitos” que picaban y cavaban en busca de mineral, probablemente fuesen niños que trabajaban en las minas de Bieber, alrededor de 1750, había unos 500 mineros, ( la mayoría niños) picando en busca de plata y cobre.
Con respecto a la manzana envenenada, la investigación de Bartels, ha descubierto, que la mitad de la manzana fue sumergida por la malvada madrastra en zumo de Belladona, fruto que se encuentra cerca de la región. Sus bayas contienen la “Atropa Belladona” utilizada, incluso en la actualidad en medicina. Un narcótico natural, que pudo provocar en Blancanieves una rigidez, tal que se pudiese pensar que había fallecido.
Debido a las cualidades caritativas de María Sophia, un “ángel compasivo y bondadoso”, activo contra la pobreza y la indigencia, que demostraba su amabilidad personal continuamente. Para la fantasía colectiva, la niña representaba la imagen ideal de “princesa de cuento” acrecentada por una ceguera parcial que María Sophia padecía desde niña lo que la hacía parecer a su vez, más vulnerable y sensible.

Ilustración de Benjamin Lacombe
Estos hechos que seguramente ocurrieron en más ocasiones a lo largo de la historia, debieron llegar a oídos de los hermanos Grimm que vivían cerca, en Steinau, Así, pocos años después de la muerte de María Sophia, siguió la redacción y primera publicación del cuento de Blancanieves y los siete enanitos, en 1812 (hace la friolera de doscientos años).

Con la llegada del séptimo arte, las adaptaciones de esta historia comienzan en el cine mudo. Si bien también deben considerarse aquellos filmes, referidos a esta historia que no contienen la palabra “Blancanieves” o no son cuentos de “hadas”.
Nuestra Querida Betty Boop, haciendo de Blancanieves, un poco descocada eso si.
 En 1937 Walt Disney, elige este personaje para realizar su primera película de largometraje. Como en el relato original, una adolescente llamada Blancanieves, conoce a un grupo de siete enanos cuando huye de su propia madrastra, que ha ordenado matarla, por ser la mujer más bonita del reino.



En 1997, se rueda una de mis versiones preferidas, protagonizada por la maravillosa (al menos para mi, por que me encanta esta actriz) Sigourney Weever,  “Blancanieves, Un Cuento de Terror”.
Cuando la joven madre de Lillian muere durante el parto, su padre repentinamente se vuelve a casar con la bella y vanidosa Lady Claudia, pero la aparente buena apariencia de Claudia es sólo eso, pura apariencia, lejos de la realidad. Su objetivo es dar a luz un hijo propio, y convertirse en la Reina Claudia con la ayuda del maléfico espejo mágico. El intento fallido de asesinar a Lillian deja a la joven perdida en el oscuro bosque donde conocerá a siete personajes, y aunque te creas que te sabes el resto de la historia, no te fíes, por que los apuestos príncipes y adorables enanitos no siempre podrán salvar a Blancanieves…


Este año es especialmente “prolifero” en el tema “Blancanieves,” tres películas y una serie de tv. Llevan como protagonista a este “ingenuo” personaje.
Mirror, Mirror, donde la joven Lily Collins, y la madura Julia Roberts, protagonizan este “cuento-comedia” donde interpretan, respectivamente a Blancanieves y a la malvada reina. En esta ocasión, la reina decide desterrar a Blancanieves del trono y enviarla al bosque para que muera asesinada por un monstruo. Lo que no imagina es que será rescatada por un grupo de ladrones (que son enanos que novedad), que la adiestran y le ayudarán a recuperar el trono, El príncipe, es un poco “ así, así” y lo peor es el final, si la ves, en cuanto salga la imagen de la madrastra desapareciendo entre las baldosas, dale al stop, la canción y el bailecito final es una venganza personal o una apuesta, Horrible final para una historia medio resultona.


En Blancanieves y El Cazador, Kristen Stewart, protagonista de “Crepúsculo”, encarna a la única mujer que supera en belleza a la reina “Ravenna” que es interpretada por la increible Charlize Teron. Esta claramente está decidida a destruir a la jóven, pero la pérfida soberana ignora el cazador escogido para matarla interpretado por Chris Hemsworth, ha enseñado a la joven a defenderse, el príncipe azul, es interpretado por Sam Clafin, que está totalmente hechizado por la belleza y el poder de Blancanieves.


Blancanieves, donde Macarena García y Maribel Verdú, protagonizan esta comedia donde interpretan respectivamente a Blancanieves a su malvada madrastra (como era de esperar sin duda) Blancanieves como es española en esta ocasión, es Carmen, una bella joven con una infancia atormentada por su terrible madrastra, Encarna. La película se estrena el próximo 28 de septiembre, está rodada en blanco y negro, y su trama se desarrolla en la España de los años 20, con toros y flamenco incluidos.


Once Upon a Time, esta seria de la ABC, a la que ya dediqué un post, anteriormente, protagonizada por Jennifer Morrinson ( en España es conocida por la serie House). Se centra en el cuento popular de Blancanieves, añadiendo en cada episodio otras historias de carácter similar como Cenicienta, Hansel y Gretel, Caperucita Roja etc... En la trama, los cuentos pierden sus finales felices, por culpa de la Reina Malvada, con ayuda como no, de su Espejo “ pelota-parlante”.




Aunque esta leyenda se repite hasta la saciedad, la verdad es que a las personas que adoramos los cuentos clásicos nunca nos cansa y nos maravilla ver y leer todas sus versiones, entre estas versiones mi favorita es con la que os dejo, un “Cuento en Verso, para niños Perversos” escrito por Roald Dahl, dejo solo un fragmento por que ya el post es bastante largo.

“Cuando murió la madre de Blanquita,
Dijo su padre, el Rey “Esto me irrita”.
¡Qué cosa tan pesada y tan latosa!
Ahora tendré que dar con otra esposa_
Es, por lo visto, un lío del demonio,
Para un Rey componer su matrimonio-.
Mandó anunciar en todos los periódicos
“Se necesita Reina”
Y muy metódico, recortó las respuestas
que en seguida llegaron a millones…
La elegida ha de mostrar con
pruebas convincentes que eclipsa a
cualquier otra pretendiente.
Por fin fue preferida a las demás
la señorita Obdulia Carrasclás,
que trajo un artefacto extraordinario
comprado a algún exótico anticuario:
Era un ESPEJO MAGICO PARLANTE,
con marco de latón,
limpio y brillante, que contestaba a
quien le planteara cualquier cuestión
con la verdad más clara. Así, si, por ejemplo,
alguién quería saber qué iba a cenar ese día,
el chisme le decía sin tardar “ Lentejas,
o te quedas sin cenar.”
El caso es que la Reina, que Dios guarde,
le preguntaba al trasto cada tarde;
“Dime espejito, cuéntame una cosa,
De todas, ¿no soy yo la más hermosa?”
Y el cachivache siempre, le decía;
“Mi señora, vos sois la más hermosa,
Encantadora y bella de este reino.
No hay rival a quien no hayáis comido la moral.
La reina repitió diez largos años la estúpida pregunta
Y sin engaños, le contestó el Espejo, hasta que un día…
Obdulia oyó al cacharro que decía;
“Segunda sois, Señora. Desde el
Jueves es mucho más hermosa Blancanieves”.


lunes, 10 de septiembre de 2012

Historias de Amigos y Decepciones.


Llega el otoño y aunque es mi estación favorita, estoy algo deprimida, ayer después de comer en un restaurante chino, la galletita de la suerte dictaminó mi sentencia, “Cuando tienes un proyecto nuevo, tienes que pagar algo a cambio”, o algo así por que mi inglés no es demasiado fiel.

Tengo ese proyecto nuevo, pero ya he pagado el tributo, “puñalada por la espalda”. A si que cuando me siento así, me voy a pasear, o de compras.
En ocasiones me gustaría ser como Audrey hepburn y desayunar con diamantes en, tiffany's pero lo más que puedo hacer parecido es tomar un café en el Starbucks, de turno, entrar en el híper y agasajarme con un libro, que se cuela entre la cesta de la compra.
Elegir un libro en un híper, donde las obras se disponen en “lineales” igual que los yogures, los quesos y los refrescos de Cola, es ardua tarea de selección. Además por si  no fuese bastante, el plástico retráctil que lo preserva del manoseo continúo de compradores y paseantes que vienen de la fruta, o de los congelados, dificulta la tarea en extremo.

Las posibilidades de acertar en la compra con solo leer el título y la contraportada, son comparables a una cata de vino, con tan solo ver la botella, a si que decido, dejarme guiar por los caracteres externos, y especialmente por el nombre del autor.
Desde luego cualquier cosa es mejor que preguntar a la empleada de turno que repone con parsimonia una tanda de libros retractilados, en espera de que se le cumplan sus ocho horas de curro.  “Este es el que se vende más” suele decir, con el mismo entusiasmo con el que te ofrecen un pedazo de bizcocho “casero” en la sección de bollería, o te atacan con un mejunje, en la de perfumería. A si que te quedas con el libro elegido, sabiendo que esa era toda la información útil, que lograrás conseguir de la dependienta.

De este modo, es la portada la responsable de ese “amor a primera vista”, o la pequeña sinopsis de la contraportada, duelos, traiciones, aventuras, amores imposibles, un flechazo, que sostengo delicadamente, con una cierta excitación , como anticipándome a el momento de poder gozar de su lectura.
Desde este momento, el libro pasa a ser un objeto especial en mi carro de la compra, lo meto con delicadeza en la zona que normalmente destinan a sentar a los bebés, junto a una baguette recién salida del horno y un par de pastillas de chocolate con menta. La carne, los yogures, y la comida de Theodora, descansan en el fondo del carrito.

Llegamos a la caja, destino dos céntimos de euro a una bolsa para mi nuevo tesoro. Lo demás lo hacino como puedo en una única bolsa de rafia, que no se como no explota de lo mucho que siempre la cargo.
Pero claro, me toca aún esperar un poco para consumar el acto de la lectura, tengo que llegar a casa y colocar la compra, hacer un millón de cosas más hasta que llega el momento especial, en mi sillón favorito, con una copa de vino de Jerez, (adquirido en vacaciones) y el chocolate con menta al lado, comienzo a intentar retirar el retráctil de mi nuevo amigo.
Con cierta rudeza, acabo por arrancarlo, usando incluso los dientes en el proceso, todo por no utilizar unas tijeritas o un abrecartas, cuando lo tengo roto me acuerdo de las herramientas, pero en fin, superada la impacienta y consumada la acción del proceso de desenvoltura, abrazo el ejemplar como cuando de niña, abrazaba los cuentos que los reyes magos me dejaban por que había sido muy buena.

Deslizo ávidamente la mirada bajo sus tapas, lo cierto es que pocas experiencias son tan agradables, elijo enseguida un marca páginas para no manchar con mis dedos, las hojas nuevas del preciado ejemplar.
Y comienzo por el principio, no sin antes, leer el último párrafo final, que es como una costumbre que he tenido siempre, hacer un poco de “trampa” antes de comenzar, mi mirada recorre cada carácter, cada línea, cada capítulo y mi mente se funde en la obra, con esa magia que solo nos aporta la lectura a los que la amamos con pasión.
Lamentablemente, ese paso hacia la embriaguez (por la lectura no por el vinillo), es con frecuencia, una proclama de catástrofe, agravada por el sentimiento de estafa reforzada por el paso por caja ( y ahora con la subida del iva).
Abres el libro y te encuentras una pésima edición, piensas que no te importa si la trama te atrapa, pero lo peor viene cuando sigues leyendo y te das cuenta de que es una historia insípida, y se te cae el alma a los pies, con el ánimo detrás, todo por el desagüe de la decepción.
Entonces trato de salvar los muebles, imponiéndome una lectura rutinaria, o fácil que ya tenga en mi lista “para releer”, es como el que se impone a diario dar diez vueltas al parque, es preferible pasar página y a otra cosa mariposa.
Existen demasiadas obras por descubrir y otras muchas que me encanta reencontrar, no voy a perder el tiempo (que dicen que es precioso) por un libro equivocado.
Mañana lo dejaré en la caja, que tengo para llevar a la tienda de “segunda mano” donde descansan algunos otros fiascos, regalados o comprados, y que cuando se va “llenando” suelo cambiar por otros ejemplares.

Y es que elegir un libro en un Híper-mercado, es tan arriesgado como una cita a ciegas. La amiga que te convence, el garito lleno de gente, con poca luz y música estridente, conversaciones que se reducen a voces, y gritos pidiendo una coca-cola cero, te seduce el aspecto exterior, los ojos verdes, y la sonrisa profident, pero al día siguiente cuando quedas a tomar café en una tranquila terraza, tratas de explorar ilusionada su interior, y descubres, que no tiene, que está vacío es solo fachada.

Entonces es cuando me doy cuenta, que últimamente me voy dando de bruces, con demasiadas fachadas en mi vida, y que empiezo a tener la nariz dolorida… de pronto en un puesto callejero encuentro un libro con la portada muy fea, ajada, pero que importa se parece a mi, esconderá en su interior una historia única?????

jueves, 6 de septiembre de 2012

Los Gozos y las Sombras.




Todos los veranos, me gusta “releer” algún libro, de los que yo llamo “mis favoritos” algunos los he leído más de veinte veces a lo largo de mi vida, y siempre encuentro algo, que tal vez, se me escapó la primera vez que lo hice, supongo que es la madurez, no es lo mismo leer el Quijote con 15 años que con 40 y lo digo por experiencia.
Pero el caso es que estas vacaciones, en mi maleta, metí una de esas obras favoritas, la trilogía de “Los Gozos y las Sombras”, escrita por Gonzalo Torrente Ballester, y publicada entre 1957 y1962, se la considera una de las obras cumbre de la literatura española del siglo XX, y a mi personalmente me fascina.
La trilogía se compone de: “El Señor Llega” (1957), “Donde da la vuelta el aire” (1960) y “La Pascua Triste” (1962).

En esta historia el autor nos narra, la vida en Pueblanueva del Conde, durante los años anteriores a la Guerra Civil. En  este pueblo imaginario, de la costa gallega, todo se remueve con el regreso de Carlos Deza, último descendiente de los “Churruchaos”, antiguos señores de la villa. Carlos, después de un fracaso sentimental, y por la apatía que le produce su trabajo como psiquiatra, se ve impulsado a regresar a su pueblo natal, durante un período de tiempo indefinido. Desde el principio contará con el apoyo y la amistad de “la Vieja”, que es así como llaman a Doña Mariana, que verá en Carlos un aliado para luchar contra el cacique local, Cayetano Salgado.


Carlos aunque reacio a inmiscuirse entre las tramas de Cayetano y Doña Mariana, se verá inmerso poco a poco en una lucha sin tregua por el poder, por una parte los valores de la antigua nobleza hereditaria, y la nueva nobleza “plebeya” poseedora de los medios económicos de producción.
Carlos queda prendado de “La Galana”, la amante de turno de Cayetano, y ella juega con el deseo de los dos, para hacerse con un marido y una propiedad.
Otros protagonistas son los primos de Carlos, Clara, Juan e Inés Aldán, unos personajes dispares pero de gran relevancia en la pequeña comunidad.



Con la muerte de Doña Mariana, los acontecimientos darán un giro inesperado. El testamento de la doña, deja a Carlos Deza en la tesitura de tener que administrar durante cinco años, y con absoluta libertad, todas sus riquezas y patrimonio. Al pasar esos años, Germanie, sobrina de la fallecida, podrá hacerse cargo de ellas como heredera universal, pero no antes.
Los bienes incluyen barcos pesqueros, (para los cuales, algunos sindicalistas guiados por Juan Aldán albergan sus propios proyectos), y una hipotética posibilidad de matrimonio entre Carlos y Germanie, aunque esta no llegará a realizarse.
Germanie, volcada en su pasión por la música y el cuidado de su padre, regresa a París con un sustancioso adelanto de su herencia, pues ni el pueblo, ni la vida de éste le interesan lo más mínimo, ni sus relaciones con Carlos, por que no llegan a entenderse demasiado entre los dos.
La novela se termina con el abandono del pueblo por Carlos, acompañado de Clara Aldán.


La obra, es un retrato fiel de la sociedad gallega de preguerra, presenta un análisis profundo de las características de dicha sociedad y de su paso del siglo XIX al capitalismo, en el que todo cambia para que todo siga igual.

En 1982, Televisión Española estrenó la serie del mismo nombre, adaptada por Jesús Navascués, y dirigida por Rafael Moreno Alba, esta serie consta de trece capítulos y tuvo un gran éxito, a pesar de que habían pasado veinticinco años de la publicación de la primera novela, se convirtió entonces en un auténtico fenómeno editorial.
La emisión de la serie marcó un hito en la historia de la televisión en España siendo la primera que abrió el camino a la producción de otras series basadas en novelas clásicas de la literatura española, lamentablemente en la actualidad, nos tenemos que conformar con visionar estas series del pasado pues las actuales, no tienen la suficiente calidad a pesar de las nuevas tecnologías.
Prueba de este triunfo sobre las series basadas en la literatura clásica, es la cadena de televisión británica BBC, que cada serie es un éxito de audiencia.



El protagonista para TV fue  Eusebio Poncela como Carlos Deza, Amparo Rivelles, en el papel de Doña Mariana Sarmiento, Charo López, encarnando a Clara Aldán, Carlos Larrañaga que lamentablemente falleció el pasado 30 de agosto en el magnifico papel de Cayetano Salgado, Rosalía Dans, como “La Galana” y Santiago Ramos personificando a Juan Aldán.

Uno de los personajes que en la obra se denominan secundarios es el de Paquito el Relojero, aunque personalmente este tiene una gran fuerza en toda la trama, fue protagonizado por Manuel Galiana, al que se le a podido ver recientemente en “Bandolera”.


Recuerdo también con especial cariño a Rafael Alonso, en el papel de Don Baldomero el Boticario, ambos personaje y actor, ponen en ocasiones junto a Paquito la Vis cómica de esta gran obra.



Os dejo con un fragmento del epílogo, en forma de carta o comadreo anónimo con el que termina la novela.

“¡Peste de churruchaos, casta de locos! Por fin Pueblanueva del Conde se ha visto libre de ellos. Fueron muchos siglos de soportarlos-Siete, según se dice_, sin esperanza. El mundo daba vueltas, las cosas iban cambiando, costumbres y gobiernos, y ellos seguían ahí, en sus Pazos, con sus narices y sus pecas, como si no hubiera más en la tierra que sus líos, y sus caprichos, y sus disparates, y Pueblanueva para aguantarlos. Un año y otro, un siglo y otro, el tiempo eterno. La muerte no prevalecía contra ellos. Cuando nacía uno de nosotros, se le podía profetizar “Tendrás sarampión, vivirás del sudor de tu frente, y un día u otro tropezarás con algún Churruchao, que están ahí, esperando, y el tropiezo te hará la puñeta para el resto de tu vida”.


Espero que disfrutéis de la obra en forma de novela o en su defecto de la serie.