miércoles, 14 de septiembre de 2011

El Tiempo entre costuras (y lecturas)

Hace unos días y por problemas ajenos a mi persona, no se por qué oscura razón al publicar en uno de mis otros blogs, también se publicó en este, tal vez fue cosa de meigas e bruxas, pero el caso es que pido mil perdones por tener que editar dicha entrada pues tener dos entradas iguales, era como vender cupones de la once, ya sabéis “dos iguales para hoy”.
Y tras este inciso, paso a relataros las dos historias que me acompañaron en las dos semanas de vacaciones.
El Tiempo entre Costuras,  de María Dueñas, un libro que me tocó en el sorteo que realizó Iciar y que pedí simplemente por el echo de que me gusta mucho la aguja y la tela, nunca pensé, que esta historia me conmoviese tanto, y que al final me quedase con la sensación de querer más.

Seguir a Sira Quiroga, en sus andanzas tras la decisión de comprar una “hispano Olivetti” arrastrada por un amor desbocado hacia un hombre a quien apenas conoce con el que sin mirar atrás, se traslada a Tánger, donde la deja tirada y sin recursos. Estar con ella, cuando el comisario Claudio Vázquez, le pone al tanto de las deudas  y de los problemas en los que se encuentra metida. Acompañarla hasta la casa de Candelaria, que la sacará, con algunas argucias y tratos un tanto dudosos, de la apatía en la que ve envuelta, convirtiéndola, en una modista de alta costura, donde damas de alto rango, glamurosas y mortalmente aburridas nos llevaran a unas aventuras insospechadas, a conocer personajes históricos, como hasta ahora no los había descrito nadie, espionaje, desamor y agentes dobles, toda una trama trepidante en lugares tan fascinantes  como Madrid. Tánger, Tetuán y Lisboa.
Una visión diferente del conflicto en España, una NOVELA con mayúsculas.

“Nuestros destinos pudieron ser éstos o pudieron ser otros del todo distintos porque lo que de nosotros fue en ningún sitio quedó recogido. Tal vez ni siquiera llegamos a existir. O quizá sí lo hicimos, pero nade percibió nuestra presencia. Al fin y al cabo, nos mantuvimos siempre en el envés de la historia. Activamente invisibles en aquel tiempo que vivimos entre costuras.”
La Actriz Adriana Ugarte que interpreta a Sira Quiroga en la serie que actualmente rueda en Antena 3.
El otro libro que me acompañó en las vacaciones y que absorbí casi antes que el anterior, fue La llave de Sarah de Tatiana de Rosnay. Este libro me lo regaló mi hija Luan por mi cumpleaños y estaba en la “pila” de pendientes de leer, que es bastante grande, la verdad, lo cierto es que fuimos a una tienda de esas de rastrillo a las que me encanta ir a “rebuscar” por que siempre salgo con algún tesoro, y este libro es la prueba. Magnifico.
La trama nos traslada hasta París, julio de 1942, las autoridades francesas arrestan a 13.000 judíos ante la mirada impasible de todos los habitantes, que guardan silencio por miedo, indeferencia, cobardía o por simple interés, pues piensan ocupar las viviendas vacías a buenos precios.
Sarah oculta a su hermano Michel en un armario para huir de la redada. Ella lo hace por el simple hecho de protegerle, cierra la puerta del armario, secreto, y se guarda la llave, pensando que regresará en unas horas. Sin embargo el destino, les hace protagonizar una de las páginas más deplorables de la historia gala. Los gendarmes confinan a los miles de detenidos durante cinco largos días en el Velódromo de Invierno, cerca de la Torre Eiffel, sin comida ni agua. Después enviaran a las familias a un campo de concentración francés, donde los separaran como paso previo a su posterior destino “Auschwitz”.
Sarah intentará por todos los medios escapar de aquel horror, para recuperar a su pequeño hermano, que sigue escondido en el armario.
La historia se desarrolla en dos épocas en una 1942, seguiendo las vicisitudes de Sarah, por otra parte en 2002. Julia Jarmond, una periodista norteamericana afincada en Francia, recibe el encargo de preparar un reportaje con ocasión del sexagésimo aniversario de la redada. La reportera reconstruye pieza a pieza el itinerario de Sarah y su lucha por salvar a su hermano, pero lo último que puede imaginar es que la investigación le conduzca hasta los Tézac, la familia de su marido.
La epopeya de esta niña judía, será un ejemplo a seguir para Julia y para quienes han vivido marcados por el peso de la culpa. La llave de Sarah abre, entre otras cosas, la puerta de la redención.

“Nos quedamos allí, sentados durante un largo rato. Hasta que la multitud que nos rodeaba se redujo, hasta que el sol se escondió y la luz cambió. Hasta que nuestros ojos pudieron volver a encontrarse, ya sin lágrimas.”

Escena de la pelicula francesa dirigida por Gilles Paquet-Brenner, en 2010, basada en el libro de Tatiana de Rosnay.
Dos historias que os dejarán huella.

5 comentarios:

  1. El tiempo entre costuras lo leí el verano pasado y me gustó mucho, sobre todo por la ambientación. La llave de Sarah lo tengo desde hace bastante en mi lista de pendientes, todo el mundo habla muy bien de él

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  2. entre unas y otras no voy a tener más remedio que leer "entre costuras", lo que no sé es cuando le llegará el turno.

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  3. El tiempo entre costuras me encantó también. Magnífica la recreación de la época que hace, y una historia muy buena, de las que enganchan y te hacen leer páginas y páginas sin darte cuenta.
    El otro libro lo tengo en mi lista de pendientes. A ver si logro ponerme con él pronto.
    Besotes!!!

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  4. Vaya pues hay más amigas que recomiendan esta lectura... haber si tengo costura y entre ella le echo un hojeo al libro, je ,je.. .Bss...

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  5. De los dos, me quedo con el primero, porque la temática del holocausto me deprime mucho y la evito.
    Besos.

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Un verdadero amigo es alguien capaz de tocar tu corazón desde el otro lado del mundo.