sábado, 7 de mayo de 2011

PROFESIÓN: S.L.

Este relato, lo presenté en un certamen por el día de la mujer trabajadora, paradojicamente, ganó uno de un chico sobre ciertas actitudes sexuales que no vienen a cuento. En realidad más que un relato es una vivencia de mi infancia, y como no, se la dedico a mis padres, que tanto hicieron y aún hacen por mi y mi familia.


…Cercana a las fiestas navideñas, cayó una gran nevada,  fue el año que nació mi hermana, recuerdo como mi padre hacía una  bola de nieve abriendo un camino por el patio delantero hasta la puerta de la casa, y como mi madre le ayudaba en esa tarea, mientras yo los observaba curiosa desde la ventana de la cocina.
Evoco aquella escena con cariño y por que en ese momento los dos hacían la misma labor, los dos trabajaban por igual, los dos con la cara colorada y las manos heladas, empujaban la blanca manta hasta tener despejada la salida de la casa. codo con codo, los dos riendo igual, arrojándose bolas de nieve, algunas de las cuales se estrellaban contra los cristales, tras los que yo esperaba ansiosa el momento de que me dejasen participar de aquellos juegos. Nunca en mi vida volvió a ocurrir una cosa como aquella, ni jamás  les volví a ver tan iguales y a la vez tan diferentes.

En mi casa, como en todas las casas que conocía, las del barrio, las de mis amigos y parientes, el padre era el que madrugaba para ir a trabajar, la madre lo hacia, pero para comenzar sus quehaceres domésticos, encendía la estufa, preparaba el desayuno y el almuerzo.
Preparar el almuerzo para mi padre, era un ritual en el que a mí me encantaba  participar. Vaciaba la talega del día anterior, y sacudía las migajas que solían quedar dentro, luego mi madre me daba una merendera de metal en la que había preparado un guiso, o una tortilla o algo de pescado. Después yo era la encargada de meter dentro el pan y la fruta, los cubiertos, una servilleta y como mi padre era muy goloso, siempre le ponía un pedacito de chocolate.
Mientras mi padre se marchaba a  trabajar, mi madre comenzaba a realizar las tareas del hogar, limpiaba y vaciaba de ceniza el fogón de la cocina, lo llenaba de carbón y lo encendía con astillas de madera, ponía a calentar el agua para asearme antes de ir al colegio, preparaba nuestros desayunos y mientras yo devoraba el mío, mi madre cambiaba a mi hermana y le daba su ración de leche. En mi memoria se esconden los sonidos y olores que percibía, leche tibia, madera chisporroteante, colonia de bebé…

Cuando yo me iba al colegio, (sola, como todos los niños y niñas de mi barrio), ella se quedaba haciendo las camas, lavaba la ropa, planchaba, preparaba la comida, a veces tenía que ir a por agua a la fuente, por que en aquel entonces faltaba muchas veces el agua corriente en las casas. Al medio día si mi padre no venía a comer, comíamos las dos, mientras el bebé dormía, y después seguía con la tarea, fregaba los platos y cacerolas, pelaba o limpiaba verduras para la cena, y cuando tenía un rato para sentarse, zurcía calcetines, repasaba remiendos, o nos confeccionaba jerséis con bonitas lanas de colores.
Cuando mi padre llegaba, cansado de trabajar todo el día, se quitaba las botas y se ponía a escuchar la radio, a jugar con mi hermana o a leer el periódico.
Era una vida normal, entonces me consideraba afortunada, y así me lo hacían saber siempre en el colegio, en misa y en la catequesis.

Una tarde llegó a casa una joven que trabajaba en el ayuntamiento, estaba recogiendo datos para el censo, y venía con una carpeta color gris, y escribía con un Boli Bic, de cuatro colores.  Lo recuerdo por que aquel día escuché una cosa que marcó toda mi infancia.
Después de que mi madre le diese las referencias de mi padre, nombre, edad y profesión, cuando estaba apuntando los datos de  ella, en el apartado profesión, leí,  que ponía SL.
_ Mamá, ¿que es SL?_ pregunté.
_ ¡Anda, comete la merienda y termina los deberes! Esta niña siempre curioseando._ respondió mi madre.
SL…SL… las dos letras rondaban por mi cabeza y no paraban, SL…SL…
_ Mamá, ¿Puedo mirar una cosa en la enciclopedia, que necesito para los deberes?
Uno de mis tesoros era una enciclopedia básica de siete tomos de la editorial Argos, que aún conservo, pero para utilizarla tenía que pedir permiso, para que no se rompiese, visto desde ahora, ralla el ridículo, pero entonces había que pedir autorización para casi todo.
Uno de los tomos el número siete “Dime cual será mi profesión”. Lo llevé encima de la mesa camilla de la cocina,  Coloqué sobrepuesto el cuaderno de sociales, con un esquema que me había mandado mi profesora Doña Angélica, por si mi madre me veía y me puse a buscar:
Profesión SL,… de las 500 profesiones que vienen reflejadas en el tomo, ninguna respondían a las letras (entonces yo no sabía lo que eran siglas) SL…SL… buscando, descubrí otra curiosidad (para mi otro misterio),  en el prologo explicaban que habían dado a cada profesión su denominación masculina o femenina, según los casos, pero siempre precisando, mediante un signo convencional, si el trabajo podía ser realizado por un hombre, por una mujer o de forma indistinta por cualquiera de ellos “el signo convencional “ era un muñequito de hombre y una muñequita de mujer.

Así averigüe, que como mujer podía ser Ramilletera, pero no Cristalero, también Granjera pero no Profesor de Vela, tampoco Galletero, ni Enólogo, ni Sommelier, en cambio podía ser Peluquera, Esthéticienne o Manicura curiosamente tampoco podía ser Payaso, pero eso no me disgustó tanto, por que no me gustaban los payasos, (siguen sin hacerme gracia), Total que una a una, repasé todas las profesiones, y en aquel momento pensé, que también podía haber nacido chico, que tenían más donde elegir. Pero la profesión con las letras S.L. No aparecía por ninguna parte.

Cuando estábamos cenando, le pregunté a mi padre:
_ Papá,¿ que significa SL?
Come y calla _ Contestó mi madre_ curiosamente junto a “como dios manda”  era una frase que escuché bastante en mi niñez. Pero esta vez, mi padre, que en ocasiones era más paciente que mi madre, me contestó.
_ SL significa Sociedad Limitada.
_ Entonces, la profesión de mamá, ¿es Sociedad Limitada?
Mi madre se echó a reír, y me dijo:
_ Si hija, limitada, me limito a limpiar, barrer, cocinar y cuidaros, ¿te parece poca limitación?
_¡Tendrás queja,!_ Contestó mi padre.
Mi madre sin decir nada se levantó, quitó  los platos vacíos y sucios, puso el frutero encima de la mesa y arrulló a mi hermana; yo me mantuve callada con la sensación de haber provocado un enfado entre los dos y no dije nada.
Al poco tiempo, la profesora nos explicó en clase que la mayoría de nuestras madres, se dedicaban a Sus Labores.
Sus Labores, SL, las famosas letras de la discordia, las que me habían mantenido en vela tantas noches, dándole vueltas y vueltas, mirando en mi enciclopedia de siete tomos a escondidas y en mi diccionario, creo que por mirar, miré hasta en el catecismo.

De Profesión; Sus Labores, algo tan natural, como que fregar, planchar, cocinar, lavar, eran las labores de mi madre y de las madres de todos mis amigos y amigas.
Para colmo, se puso de moda, la famosa canción de Milikito (uno de esos payasos, que nunca me hicieron gracia). Seguro que todos los de mi edad la habéis cantado alguna vez, esa que dice:_” Lunes antes de almorzar, una niña fue a jugar, pero no pudo jugar por que tenía que planchar…;”[…] y así durante toda la semana , la pobre niña que barría, lavaba, fregaba, cocinaba y limpiaba, y para colmo el domingo, tenía que ir a rezar.
Infortunada pequeña, que infancia más dura, al menos yo solo ayudaba de vez en cuando a mi madre a hacer pequeñas tareas y recados  y los domingos después de misa y catequesis, podía ir al carrito de las chuches a comprarme golosinas y por la tarde a jugar con mis amigas. Pensé que la inocente niñita debía ser huérfana, y que al no tener madre de profesión: “Sus Labores”, pues le tocaba a ella toda la faena, mientras su padre escuchaba el futbol, leía el periódico o dormitaba en la mecedora.
Cuando en casa llegué a comentarlo, me gané una bronca y me tocó limpiar las lentejas para la comida del día siguiente (en aquel entonces se limpiaban las lentejas). Era como si las mujeres hubiésemos  nacido con el genoma de la escoba, el plumero y la fregona.
Vienen a mi memoria tantas pequeñas cosas, los anuncios como el de aquel coñac que era cosa de hombres. O aquellas películas en el que el mayor logro de la protagonista era contraer matrimonio, tener una bonita casa y que el marido la tuviese “como una reina”.
La meta de las mayoría de las jóvenes  de mi generación era casarse, tener hijos y cuidar del hogar, cuando jugaba con mis amigas siempre a las casitas, a las princesas, al truque, o a la comba si jugábamos al burro , a las chapas o a las canicas, te llamaban Mari-macho. Y si se enteraba tu madre, era como una especie de deshonra que había que ocultar y detrás de cada regañina materna, llegaba el consabido _ ¡“Ya verás cuando se  entere tu padre”!.
Así que poco a poco, y por aquello del que dirán dejabas de jugar a juegos con los chicos, y aprendías cosas tan necesarias para tu  vida futura, como era poder planchar bien los cuellos de las camisas, fregar las cacerolas o hacer labores a ganchillo.

Han pasado unos cuantos años desde aquellos días, pero aún me sigue asombrando la cantidad de mujeres que diariamente y a pesar de que muchas trabajan fuera de su casa, cuando llegan a ella irremediablemente se tienen que seguir dedicando a S.L. Aunque ahora los maridos han cambiado la radio y el periódico por el mando a distancia de la tele o la videoconsola. Y  es que como decía mi abuela. _!“ Hija mía, hay cosas que nunca cambian”!
O quizás si.

8 comentarios:

  1. Para mí tú eres la ganadora absoluta, porque no creo que nadie reflejara mejor la realidad de aquel tiempo.
    Enhorabuena!!!

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  2. Qué bello relato, cuánta verdad y naturalidad en él, te felicito, y me alegra que atesores estos bellos recuerdos, que hacen de ti la mujer que eres.

    Un abrazo.

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  3. Me has hecho recordar cosas jajaj... lo de pedir permiso para la enciclopedia jajaj en casa mi padre aun la tiene como oro en paño... en el mejor lugar de su librería.jajaja. un relato muy bonito.
    Aunque he de apuntar que no hay nada malo en ser Ama de Casa, yo soy la única de mis amigas, que aun habiendo estudiado como ellas, y habíendome sacado mi carrera.. por circustancias de la vida hemos decidido que yo trabaje en casa,
    Muchas son las veces comentan ...la que mejor vive es la Espe que esta hecha una Reina...
    jajaja bueno creo que cada cosa tiene lo suyo,
    creo que todo el mundo puede hacerlo, y creo que se haga lo que se haga hay que hacerlo convencido y gustosamente... eso si.. es fundamental que tu media naranja... lo valore.
    un besazo guapa.

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  4. 'Matrícula' eso es lo que te pongo para tu relato, he disfrutado como siempre que te visito,
    gracias por volver un poco hacia atrás y recordar aquella niñez que a veces se me antoja muy lejana...
    las mujeres somos tan valiosas entodos los aspectos, somos el timón, sin él todo se tambalea,
    abrazo

    eljardindemiduende ^^

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  5. precioso relato,Jota!!
    hoy en día da como verguenza reconocer que una es ama de casa,y yo pienso como Espe,qué forma de minusvalorarse,somos muchas las que fuimos a la facultad,tuvimo una época laboral activa,y un buen día decidimos libremente fundar una familia y dedicarnos a ella a tiempo completo,porque si,porque eso nos llena,y nos hace felices,sin complejos,más bien viéndolo como un privilegio pues obviamente también hay que poder quedarse en casa...tampoco te vuelves tonta ni marujeas,sigues cultivando tus intereses,ser ama de casa en todo su extensión sigue siendo un papel fundamental a nivel familiar y social,y en mi caso afortunadamete tengo un marido que lo valora y lo aprecia y siempre me hace sentir la pieza clave de mi casa,sin ti sería todo un caos,y saben qué?? ...que me lo creo!!!...jajaja
    besitos!!

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  6. Me ha gustado mucho, has conseguido trasladarme en el tiempo, ¡Que recuerdos tan bonitos.
    Besos.

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  7. Hola, Jota, llegué hasta aquí a través de otro blog amigo, realmente me gustó mucho, voy a quedarme como seguidor.
    Algunos se quejan de que utilizo un discurso parecido en cada blog que visito, pero, con sinceridad, cuando estoy de recorrida, se me hace difícil inventar una presentación personal para cada uno. Te aseguro que leo cada uno de los blogs a los que entro.
    Sea como fuere, si tienes ganas, te invito a pasar por mi espacio.
    Un saludo desde Argentina.
    Humberto.

    www.humbertodib.blogspot.com

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  8. Muy contenta de conocerte a travès de tu pàgina Jota.-Soy argentina de familia italiana y de niña no me dejaron estudiar de maestra.Tenìa que ir a la escuela Profesional de Mujeres donde aprendìas a coser bordar, economìa domèstica,ser buena ama de casa...Cursè 6 años, al poco tiempo falleciò mi papà y ? Tuve que salir de mi mundo hacia el real, duro para una jovencita,sin conocimientos para eso,pero sobrevivì y aprendì.Fue muy fuerte pero logrè superarme, mirà en realidad entrè para contarte que leìa mucho, muy loco no? Renèe

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Un verdadero amigo es alguien capaz de tocar tu corazón desde el otro lado del mundo.