miércoles, 7 de marzo de 2012

Ocho de marzo... Pásalo bien hija mía...

Mañana es ocho de marzo, día de la MUJER, algunos dicen de la “mujer trabajadora” pero yo no conozco a ninguna que no trabaje, aunque esté engrosando las listas del paro, trabajan siempre, desde que se levantan y aún algunas hasta dormidas, hacen planes para el día siguiente, compras, coladas, plancha… Como mujer me siento orgullosa, también agradecida de vivir en este país y en este periodo de la historia pero nos queda tanto por hacer aún, tenemos que luchar por los derechos de todas, incluso las que por religión se sienten obligadas hacia sus maridos y padres, tenemos que acabar con toda esa barbarie que sabemos que existe, aunque esté lejos de nosotras, no nos afecta menos.
Somos las de “este lado” las que tenemos que dar ejemplo a las demás, quitarse los velos, los reales y los imaginarios, estos últimos mas peligrosos que los otros, pues no dejan de ver la realidad de las cosas, y sobre todo debemos combatir por que todas tengan una EDUCACIÖN que es por donde comienzan todas las revoluciones.

En mi pueblo, desde hace años, por este día siempre se hizo un certamen literario, participé en muchas ocasiones, gané solo una vez, pero me dí por satisfecha, además gané, por que en mi interior siempre he sabido, que es lo que querían leer los que hacían de jurado, y aposté y tuve tanta razón, que me asusté de tal certeza.

Dejé de participar el día que tuvieron la “brillante” idea de dejar a los hombres participar en el mismo certamen, por aquello de la “paridad”, cosa que me pareció un poco ridícula pues para hacer eso, que hubiesen cambiado la fecha, Así, se colaron historias desgarradoras de mujeres maltratadas, heridas y acosadas, con alguna pre-cuela del Señor de los Anillos Versus Hombres Lobos y eso que algunos hombres emulando al mismo Antonio Gala, escribieron sobre los sentimientos de la mujer, pero no todos, en fin, que a partir de entonces, el certamen, dejó de tener relevancia para mi. Aunque aún conservo algunos relatos de los que presenté.
Hoy os dejo con este, fue escrito para el certamen del 2004 y lo volví a revisar en 2010. Espero que os guste, FELIZ DÏA DE LA MUJER.


PÁSALO BIEN…HIJA MÍA

     Anoche, hija mía, antes de irnos a dormir, bajaste las escaleras para mostrarme tu vestido nuevo. Te acercaste de puntillas. Querías darme una sorpresa, y lo conseguiste. Sin embargo no fue tu belleza lo que me sorprendió. Hace ya tiempo que me di cuenta de lo guapa que eres. Lo que me hizo sentir temerosa fue el significado de aquel vestido en tu vida y en la mía. Esta noche lo llevarás a esa fiesta; y en este momento, antes de que te vayas, estoy tratando de decirte por escrito lo que no pude decirte entonces.
     ¿Recuerdas nuestra conversación de anoche, que empezó tan esperanzadoramente y terminó sin nos hubiésemos dicho nada realmente?
Yo estaba sentada al lado de la chimenea, con mi bastidor haciendo labor como casi cada noche, cuando escuché un ruido _ quizás tu pisada sobre la alfombra_ y al levantar la vista te vi,  allí, de pié, cerca de mí. Recuerdo como brillaban tus zapatos de baile cuando diste vueltas para hacer revolotear la falda de tu vestido.
  Y entonces preguntaste, conteniendo el aliento;
     _ ¿Te gusta?
     Yo te contesté;
     _ No está mal, es bonito.
     Tú pareciste defraudada por mi falta de entusiasmo. Dijiste;
     _ ¡Oh mamá!, esta es mi primera fiesta, y volveré de madrugada, ¿no te das cuenta de que ya soy mayor?

     Tu pregunta me emocionó y tuve dificultad en responderte. Me parecía como si estuvieses en el umbral de tu vida futura. Quería decirte alguna cosa que te proporcionara íntima satisfacción; sin embargo, no se me ocurrían más frases hechas y consejos ya demasiado viejos.
     Podía haberte advertido que, a la luz de las estrellas, las promesas dichas en voz baja, parecen hermosas y sinceras. Podía haberte aconsejado sencillamente que fueras buena, que te comportases con cautela pero no con miedo, y que fueses fiel a ti misma. Pero esto me parecía lamentable, inadecuado. Me quedé sentada, anhelando ser más sabia de lo que soy, hasta que tú preguntaste con impaciencia;
     _ Pero, ¿De verdad te gusta el vestido o no?
     _ Es muy bonito, lo encuentro maravilloso.
  Si, hija mía, creo que eso es todo lo que puedo decirte. Sin embargo, aquí te dejo los retazos de un diario que suelo hojear a menudo, escrito por una persona que parece ser más sabia que yo.

 Este diario recoge distintos momentos de una vida que aunque pasada, igualmente podría ser la tuya o la de cualquier otra muchacha. Quizás allí esté contenida la sabiduría que busqué en vano para darte consejos anoche; de modo que voy a repetirte alguno de sus párrafos:
     “Ahora ya lo he encontrado, ahora que lo sé, ¿cómo puedo decírselo? Quiero que sepa que le quiero. ¿Por qué tengo que esperar? ¿Por qué no puedo decirle “te quiero”? Debo pensarlo con tiempo y serenidad. No debo escuchar tan sólo lo que me dicta el corazón, que está rebosante de emociones y no conoce la razón. No debo perseguirle, por miedo a que huya de mí. Debo controlar el tono de mi voz, la expresión de mis ojos, los movimientos de mis brazos, y mis labios. Tengo que ocultarle mi amor”.

     La cita que sigue fue escrita, casi un año más tarde:
  “¡Qué contenta y satisfecha estoy de haber sabido esperar! Quizás toda cosa que valga la pena tenga que madurar con lentitud. Tal vez la cosa más bella de este mundo consista en aprende a conocer al hombre que se quiere y que él, llegue a conocerte a ti. Esta noche me dijo, con su habitual vehemencia, que el conocimiento entre dos personas es como una especie de dedicación constante, Entonces me besó y me pidió que me casase con él.”

     Después de que se hubieron casado hubo un largo periodo de penalidades. No disponían de mucho dinero, y la muchacha tuvo que aprender a prescindir de muchas cosas que le gustaban. Hay mucho escrito en el diario acerca de esto. Por ejemplo:
     “Siempre seguimos aprendiendo, hoy hemos discutido, cambiamos frases amargas y duras, que en realidad no sentíamos, pero gracias a dios, todo ha vuelto a la normalidad volvemos esperanzador a caminar hacía un futuro juntos. “

     A través de este diario se puede ver cómo afrontaban la vida unidos, con sus pequeños sacrificios mutuos, sus riñas furiosas, sus esperanzas, sus triunfos, y sus pequeñas rencillas. Luego vienen estas dos citas, que parecen justificar todas las vicisitudes y toda la espera.
 “Le dije que iba a ser padre y se mostró muy emocionado y cariñoso. Resultaba gracioso, pues no quería que yo trabajase en nada y forjaba toda clase de sueños exagerados e imposibles. Pero me sentí más dichosa que nunca al ver cómo le brillaban los ojos al hablar del futuro bebé “
      “Mi hija nació a las dos de la tarde. Es hermosísima. La enfermera me la acercó y me permitió tenerla en mis brazos antes de cortar el cordón umbilical. Me siento abrumada de amor hacía esta nueva personita, me encuentro rendida pero no quiero dormir. Mi mente está llena de pensamientos maravillosos. No ceso de repetirme a mí misma; “Ahora es cuando empiezas a vivir de verdad. Ya conoces el porqué de la vida. Has vivido para poder tener una hija. Te ruego que crezca sana y sea buena y que llegue a ser mujer, para que conozca lo que yo sé en este momento, experimente lo que yo experimento, piense lo que yo pienso y llegue a querer a un hombre tan noble y bueno como es su padre. ¡Dios mío te lo ruego de todo corazón!

  Bueno hija mía; dentro de unas pocas horas habrás llegado a tu primer baile. Quizás me equivoque al pensar que las citas que te he mencionado tengan algún sentido para ti. Tú tendrás que juzgarlo, al igual que deberás encontrarte a ti misma y a tus acciones, esta noche y todas la venideras. En este momento pienso en ti y te veo de pie delante de mí como anoche. Eres una muchacha bellísima, incluso cuando pierdes la paciencia conmigo, como en aquel momento. Recuerdo cómo brillaban de indignación tus ojos azules cuando me dijiste “Si papá estuviese aquí, el ya me habría dicho algo agradable acerca de mi vestido”.
     Entonces corriste a mi lado y abrazándome me rogaste “perdóname mama”.
     Naturalmente, que te perdoné, no tenías necesidad de excusarte, pero por alguna razón que no puedo precisar me alegro de que lo hicieras. Y es cierto, si tu padre pudiese verte te diría sin lugar a dudas que tu vestido nuevo es una maravilla, es más seguro que de alguna manera el lo está observando y estará pensando; “pásalo bien hija mía”.


15 comentarios:

  1. un relato precioso y emotivo,gracias Jota...

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  2. Pero qué de cosas me has hecho sentir. Es muy pero que muy bonito!
    Besotes!!!

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  3. Jota... he leído muchas cosas... muchas... pero esta me ha traspasado... es tan bella a pesar de su ritmo rápido (quizás debido a su volumen para no hacerlo demasiado largo)... Enhorabuena por tu escritura! Y ¡Feliz día de mañana! Bss

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  4. Feliz día para todas las mujeres! Me hiciste emocionar.
    Besos.

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  5. Gracias chicas, Feliz día para todas, vosotras me hacéis emocionarme a mi diariamente, un abrazo.

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  6. Qué bello relato, me has sacado un par de lágrimas, es muy conmovedor, gracias por compartirlo.

    Un hermoso día de la mujer, querida, que recibas todas las bendiciones del mundo.

    Besos.

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  7. Muy emocionante tu relato y me he sentido indentificada como madre y como hija.
    Aprovecho para agradecerte el mensaje que me enviaste con el comentario de los libros de N. Gordon, ya veo que las palabras fluyen en ti de una manera especial, será por eso que me gusta leerte.
    ¡Feliz día de la mujer!
    Un beso
    Nati

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  8. Qué entrada!! Qué emotiva!! Feliz Día de la Mujer, Jota!!
    Besines,

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  9. Un bello, enternecedor y emotivo relato, que me ha resultado grato disfrutar.

    Un saludo.

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  10. Que bonito ^_^
    Feliz día de la mujer :D
    Ye está bien que nos compensemos con ganar una vez, pues es más que suficiente, o al menos lo debería ser

    Besotes

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  11. Hace "dos" dias era yo la hija... y ahora soy la madre. Que rapi.do pasa el tiempo.
    Una entrada preciosa y llena de tenura. Feliz dia. Un bessito

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  12. Muy lindo relato Jota!! Gracias por la idea de compartirlo con nosotras. como sabes tengo unahija de 17 años y me ha tocado de cerca lo que escribes sobre ese "umbral" hacia la vida adulta. Te mando un beso cargado de cariño y deseo que tengas un feliz día de la mujer vos tambien. Me gusta mucho lo que has escrito arriba, yo también creo que la educación promueve revoluciones en las personas. Besos amiga!!!

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  13. ¡Que hermoso relato!¡¡Emocionante !!
    Feliz dia de la mujer,que deberian ser todos,no uno en especial!
    Besos!

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Un verdadero amigo es alguien capaz de tocar tu corazón desde el otro lado del mundo.