Como decíamos ayer…

Hola, con esta frase, atribuida, a Fray Luis de León y que también el gran Unamuno, utilizó en su día cuando volvió a sus clases en Salamanca, me presento de nuevo tras tres meses de ausencia, en los que por causas miles, no he podido atender este espacio como venía siendo habitual, gracias a los que me habéis añorado, y sobre todo gracias a Silvia de “ la vieja encina”, que me mandó hace días, cuatro palabras, que me hicieron salir de ese “caparazón” en el que yo misma andaba metida, cual tortuga hibernando, si pensar  en volver a sacar la cabeza.

Al comenzar el año, estaba llena de nuevos proyectos, hasta le di una cara nueva a mi blog, personalicé la cabecera, pensaba leer de la A a la Z, terminar los cien libros que había comenzado el año pasado ( que a este paso tardaré un lustro en acabarlos) escribir una pequeña novela romántica, por que me apetecía un montón, pero algo cambió y todo se quedó en agua de borrajas, dejé de leer, de escribir de entrar el los blog, y de muchas cosas, hasta que hoy un día cualquiera, en uno de los cientos de viajes, que he realizado a Toledo últimamente, haciendo una foto de mi amada ciudad, algo en la visión de esta  me a echo volver a seguir contado las gotas, que me llegaron en su día hasta este pequeño lugar.

Convertirlo nuevamente en mi refugio, hilvanar esas palabras, que me hacen tanto bien y que por circunstancias varias había dejado de hacer, sentir a mi alma volar junto a mi imaginación y mis personajes preferidos, en definitiva, volver a retomar, aquello que con tanta ilusión comencé, y paso a paso, poco a poco, sentir, que las palabras, siguen fluyendo de mis dedos como gotas de agua en un gran temporal.

Si estáis ahí, gracias por esperarme, si os habéis ido, gracias por haber estado, si me encontráis por primera vez, gracias por hallarme…

“He vuelto un día, como vuelve la primavera

con mis esperanzas apagadas y una triste sonrisa;

tocaré a vuestras puertas, como en los viejos tiempos,

me encontrareis semejante, pero seré distinta.

Volveré a retomar la senda, de aquel viejo paseo

Tal vez sea más pesada, o tal vez sosegada

Y veré en las piedras del camino, grabados muchos nombres

Recordaré muchas palabras, y evocaré grandes citas.

Ojearé los cuadernos de mis viejos recuerdos

Donde siempre guardo partes de mi alma entera

Y entre esas hojas, conocerás mi secreto

Encerrado en el arca que el tiempo me diera.

El tiempo… qué enemigo más débil…

Volveré, yo se, siempre se vuelve cuando se encuentra la fe.”

By Jota. 18 de abril 2013