viernes, 18 de mayo de 2012

Poesía Rescatada II


No cabe duda de que los nombres, de los poetas conocidos, de la generación del 27, han relegado a un segundo plano, a un gran número de autores, con obras excelentes, en teatro, novela, o poesía, tanto interior como en el exilio, estoy segura de que hay figuras de enorme trascendencia, que están por recuperar. Figuras estas que publicaban en periódicos, revistas y distinta prensa de la época.
Desde hace tiempo me vienen llamando la atención, estos cultivadores de distintos géneros, que por una causa o por otra, se han visto postergados y olvidados, y que tan  solo subsisten en archivos mohosos de hemerotecas donde reposan en espera de que alguien les rescate.
El pasado marzo, escribí un post, sobre este tema, al que yo he puesto la etiqueta de  “Poesía rescatada.”

Hoy traigo un par de poemas, el primero, escrito por José Morón Vázquez, del cual, lamentablemente no tengo ningún dato, si exceptuamos, que tal vez se refiera a José María Morón, nacido den Puebla de Guzmán, Huelva, en 1897, cuyas inquietudes y temática, pertenece a esa hornada de escritores, de importancia, que conmocionó nuestra lírica en las fechas anteriores y posteriores al conflicto civil de 1936.

Pero lamentablemente no he encontrado más datos, ignorando por completo si dicha persona es la misma o se trata de dos autores diferentes.

Campesinas

En pos del arado,
Á la esteva ferrada sujeto
de los llanos terrosos y ásperos
las abiertas besanas siguiendo,
resignada cual bestia de carga,
camina el labriego
ajustando el andar de las yuntas
dulces cantos de amor soñolientos.
Tras las altas montañas que cercan
los viejucos hogares del pueblo,
aun en él, ven las turbas doradas
de los privilegios,
un trasunto de aquella rudeza
ancestral de sus padres y abuelos;
gajo vil de ignorancia y miseria;
despreciable siervo
que recibe del amo el trabajo
como don benéfico
sin más emociones,
sin otros anhelos
que entregar abundante cosecha
al rico avariento.
que le arroja á los pies un pedazo
del mendrugo que sobra á su perro.
¡Más no, se sen engañan!,
que yo, hijo del pueblo,
bardo fiel que rumiando sus ansias
voy con ellos sus penas sintiendo,
rimando en  mi lira
la canción de los pobres hambrientos,
yo que he aprendido
de su alma escondidos secretos,
y en sus horas de breve reposo
le he visto leyendo,
á furto del amo,
ácratas folletos,
donde forjan las nuevas ideas
los sabios modernos,
sé que vagas ideas de justicia
hoy despiertan su obscuro cerebro
y que ansioso esperando la hora
del desquite tascando va el freno;
ya no besa las manos cual antes,
sufriendo en silencio
el trallazo brutal con que marca
sus espaldas el amo negrero;
él ya sabe que son granos de oro
la semilla que arroja al terreno;
él ya sabe que el hijo del campo
es igual al burgués en derechos.

Por eso mirando
los campos ubérrimos,
los inmensos tablares de espigas
oscilando á los besos del viento,
los bosques de pinos,
los verdes viñedos,
los floridos bardales de zarzas
tras los cuales albean los huertos,
las yuntas de bueyes,
babeando y tranquilos paciendo,
la legión de gallinas seguidas
de un tropel de gentiles polluelos,
y los recentales
escalando las lomas y cerros;

y pensando en los hartos de grasa,
los que habitan palacios soberbios,
los que beben en copas de oro
y reposan en pérsicos lechos,
comparando su mísera choza,
pocilga de puercos,
la inmunda bazofia
que le espera por todo alimento,
su hogar pobre y frío
y sus hijos hambrientos y en cueros,
he visto sus ojos
llamear con fulgores siniestros
y nublarse su frente rugosa
por oculto y tenaz pensamiento,
que traduce al andar mentalmente
con aire profético;
_ ¡ Si esto fuera mío!
_ ¿Por qué no a de serlo?
_ ¿No es un robo inicuo,
un despojo hecho
contrario a las leyes
de las gentes, contrario al derecho?_
y el humilde paria,
el esclavo de todos los tiempos,
el que lleva á través de los siglos
para escarnio y baldón del progreso
en sus hombros, cual mártir cristiano
del trabajo, el pesado madero,
el nunca rebelde
en el último esfuerzo supremo
de su angustia indecible, le he visto
de servil transformado en liberto,
alzarsse iracundo,
vengador, soberano, tremendo
y mientras las lágrimas
van surcando su rostro moreno
en demanda de un sol de justicia
con el puño crispado hacia el cielo
señalar á la tierra exclamando:
_ ¡Dios!, ¿De quién es esto?.

José Morón Vázquez- Revista “ Vida Socialista” 1 de mayo de 1910-


El Siguiente autor es F. Pérez de Vega, que tampoco he encontrado gran cosa sobre él, si no que al menos publicó tres libros,
_ Himnos del pueblo ( poesía) en 1913.
_ La primorosa en 1924.
_ Investigaciones científicas en 1959.


Al Pueblo

Ya, Pueblo humilde, tu clamor escucho
con que al combate desigual me llamas;
y es la lucha temida
de donde acaso surgirá la vida.
Aun en los aires resonar parece
él eco de furiosos estampidos
cuando la sangre en arroyuelos crece;
aun de miedo la madre se estremece;
aun escucho el gemir de los heridos
y junto al muro derrumbado, abierto,
aún contemplo al anciano arrodillado
la frente baja, su mirar incierto.
Allí del esforzado
caudillo miro la cerviz que en sangre
revolcándose está. Y no más lejos,
abrazados dos viejos
lanzan sus gritos de dolor postreros.
Y aquél que entre sus manos
Aprisiona el acero enrojecido
Y yace en tierra por la bala herido
En sus ojos la muerte ha retratado
Tú, Pueblo humilde, al escuchar el trueno
De aquesa tempestad de las pasiones
Que cual tromba rugiente se desata
¿Por qué no avanzas á apoyar tu seno
e la boca cruel de los cañones
Y así le dices?”!Desgraciado mata.”!

¿Pues no ves de tus hijos
la sangre misma descender impune
desde el amargo trono á la cabaña
cuando el clamor de la maldad los une?
Y, acaso, de tus ojos
se a podido borrar la viejecita
que en desconsuelo sus mejillas baña?...
Tiende su mano descarnada y fría
Y cerca del lecho de matices rojos
Contempla de aquel hijo desgraciado
el cuerpo al suspirar en su agonía…
Mira pueblo engañado,
Que quien teme al reptil que le aprisiona
y se arrastra en el lodo…decir puedo
que merece quizás una corona
que así grabada esté.”Vergüenza y miedo”.
Pero no. Que ya miro
cómo alzando tu fe de la inmundicia
de esos mercados á entrar en pelea
llevando por insignia la Justicia.
Y en mi ardiente deseo
¡Oh, Pueblo!, ya te veo
cual un Cristo moderno, en su coraje
vengar el torpe ultraje
del templo al arrojar los mercaderes.
Ellos son que en el lodo te postraron;
míralos bien, maldice sus placeres,
y al par que altivo, de coraje lleno,
rompe la copa que en tus labios pone,
donde te brinda su cruel veneno.
Pobre en mi apoyo, pero en él confía,
yo, en triste canto arrullaré tu pena
mientras que noche y día
te esfuerzas por romper esa cadena
que te roba el valor y la energía.

Los tempranos albores
de un nuevo sol, que brillará glorioso,
calmarán, tu pesar y tus dolores
y ondeará el estandarte victorioso
de los esclavos pechos luchadores.
¿Y quién osado detendrá tu brío?
Loco ha de ser quien en los diques crea
hallar su salvación cuando el torrente
tiene todo el poder de la marea
que avanza hasta las rocas imponente.
Ya el Pueblo es el canto
Que victoria pregona;
rasgose de los ídolos el manto,
rompiose la corona
y al par que el nuevo sol brilla en Oriente
alza ahora al Pueblo su ultrajada frente.

F. Pérez de Vega, Revista “Vida Socialista” 1 de mayo de 1910.

Espero que la disfrutéis como se merece, y que comparada con la realidad actual es simple coincidencia.




7 comentarios:

  1. El título de la entrada es muy apropiado, porque es ciertamente "poesía rescatada". Y cuando pensamos en la cantidad de poetas olvidados, no se puede menos que sentir pena. Tantas letras perdidas...

    Pero aquí tú nos has mostrado unos poemas preciosos, y con muchísimo sentimiento, gracias por eso.

    Besos.

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  2. Esperando que alguien como tú venga a rescatarlas, ahora han empezado una nueva vida gracias a ti.

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  3. Sí, simple coincidencia... O que estamos dando muchos pasitos para atrás... No conocía a estos poetas así que muchas gracias por esta entrada!
    Besotes!!!

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  4. De cuál de los tomazos son?? je, je... ay hermana!! pues sabes, me ha dado espanto! espanto la regresión, la marcha atrás... y ahora... estamos desarmados hasta de palabra... los medios no quieren saber nada de los pobres... solo de quien les alimenta.. esclavos de la publicidad y de la subvención... ah!! tengo tanta pena... parece que mi vida se irá por el desagüe y no habré asistido a un cambio humanizado... no... todo comercial... lo dejo... me callo... me apago... Bss

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  5. Hay tanta prosa y poesía olvidada en este mundo...
    En cuanto muera, estoy seguro, mi prosa pasará a formar parte de ese grupo. pero no me importa, disfruto escribiendo.

    Un abrazo.

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  6. Hermosura sacada de la tristeza, las poesías me recordaron a un poeta de mi provincia, José Pedroni.
    Besos.

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  7. Preciosos poemas, sin duda! Gracias por rescatarlos...
    Besos,

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Un verdadero amigo es alguien capaz de tocar tu corazón desde el otro lado del mundo.